domingo, 7 de septiembre de 2014

Pasitos

Esta semana Jacobo comenzó a dar pasitos solo.  Uno, dos o tres,  su record. Ayer fue quizá el día que más lanzado ha estado.  Se pone de pie, se ríe y llama la atención para que uno lo vea, y de repente se lanza y da los pasitos y aterriza en el suelo o en el puf  y se ríe de nuevo,  consciente de que lo que acaba de hacer nos parece maravilloso.

Guardería

Jacobo entró a la guardería.  Es la misma a la que fue Camila,  aunque ahora es más grande y más bonita y por suerte queda en otro sitio, justo al lado del colegio.  También cambió de nombre y ahora se llama Els colors,  pero son las mismas profesoras y nos sigue pareciendo muy buena.


El primer día fue como un paseo al parque, pues fuimos los cuatro durante hora y media y no se quedó solito en ningún momento.  Pasamos un rato en el salón con otros tres bebés y sus padres y luego salimos todos al patio, que a Jacobo le encantó.  Estuvo junto a otros niños pero lo cierto es que interactuó poco.


Jugó sobre todo con Camila, que estaba feliz haciendo de hermana mayor.



Aunque a ratos le pedíamos que lo dejara solo para que se fuera acostumbrando y fuera descubriendo el lugar.  Lo que más le gustó fue gatear a cuatro patas, es decir,  sin apoyar las rodillas, por el pasillo que rodea el patio y también meterse en unas cajas que había en la arena y pasar de una a otra.


En fin,  fue una experiencia divertida.  Otra cosa fue el segundo día.  Papá se quedó con él 45 minutos y el chiquitín estuvo tranquilo, aunque un poco alerta, pero luego lo dejó llorando en brazos de Marta, la profesora,  donde al parecer pasó los otros 45 minutos, aunque no llorando todo el tiempo, por suerte.

Esta semana la rutina será más o menos la misma,  hasta que Jacobo se quede más tranquilo y por fin pueda pasar ahí toda la mañana (y por fin el Papá pueda volver a tener las mañanas un poco más libres y un poco más productivas).