Despedida del verano

Nota: no está en cámara rápida.

Triple actualización y control

Hoy tenemos triple actualización: estuvimos casi dos días sin Internet y se nos acumularon las entradas. Ésta es sobre el control del noveno mes.

El martes estuvimos con la pediatra, que confirmó que lo del ojito (ver infra) no era nada. Le pasaría en unos días, dijo. Y, efectivamente, hoy la manchita está bastante difuminada.
También hubo vacuna, que esta vez si le causó un poco de malestar al día siguiente. Por suerte le pasó pronto.
Aquí van las medidas actualizadas:

Estatura: 68,5 centímetros
Peso: 8 kilos 300 gramos
Perímetro craneal: 45 centímetros (seguramente hubo un error de medición pues son cinco milímetros menos que el mes pasado y no hemos estado en contacto con reductores de cabezas).

Heridas de guerra III: fuego amigo

El lunes pasado, mientras jugaban, la mamá le pegó a Camila en el ojo por accidente.
Es seguro que en estos primeros años la chiquita se va a pegar muchas veces, y se cortará, y se raspará y le saldrán morados... pero a la mamá le dio mucha penita ser ella la causante de su tercera herida de guerra.
Y, bueno, como se imaginarán, el papá estuvo muy preocupado por el alcance de la lesión y llegó a proponer ir al hospital.

Banda sonora III

He aquí el que, creemos, es el primer hit de Camila: la única canción que la hace atravesar el piso de un extremo a otro para oírla.

Conejera

El domingo pasaron por aquí el padrino, la padrina y un conejo que se les pegó en Estados Unidos.

Noveno cumplemés

Hoy Camila cumplió nueve meses. Inevitable pensar que en nada tendrá un año: ¡qué impresión!

Como es evidente en el camilismo del mes, la principal novedad de las últimas semanas es que la chiquita se la pasa de pie o intentando ponerse de pie (y trepándose a cualquier sitio que le parezca "trepable"), con lo que aquí en casa el "trabajo" se ha multiplicado.
Lo cierto es que no nos imaginamos cómo va a hacer cuando camine.

Terremoto

Camila en acción antes de acostarse (aunque también podría llamarse Camila en acción al levantarse).
Es sólo un resumen de dos minutos y medio, pues la sesión duró más de veinte.

Paparazi

Hoy íbamos caminando por el centro de Barcelona cuando, de repente, un turista japonés empezó a tomarle fotos a Camila. Fue tan sorpresivo que no supimos cómo reaccionar, o si debíamos reaccionar...
Después, la idea de que en unos cuantos días una foto de Camila va a estar en Japón, en el álbum de viaje de un desconocido, nos pareció muy curiosa, y dio pie a varios argumentos de ciencia ficción.

Casa tomada

El fin de semana estuvimos (una vez más) haciendo cambios en la casa. El comedor se fue para la sala y el espacio liberado de esta forma se convirtió en el nuevo territorio de Camila (no confundir con la habitación de Camila). La chiquita vio convertido su Alcatraz de un metro cuadrado en toda una suite catedralicia de más de siete, digna de Pablo Escobar.

Pese a todos los cambios (y a un horario de visitas bastante liberal en días supuestamente laborables), Camila parece no haber notado la diferencia y cada vez que necesitamos dejarla allí se amotina. Y de motín en motín... Para consolarnos, llevamos un rato diciéndonos que es cuestión de que se acostumbre. O de que se escape.

Camila conoce a Bruno

Hoy fuimos a visitar a Bruno: está divino.
Era inevitable pensar en cómo era Camila cuando apenas tenía unos días y al regresar a casa estuvimos viendo fotos de esa época. Uno tiende a sentir que siempre ha sido como es ahora, pero no, era así de chiquitica.