Camila le presta atención a todo lo que uno dice y entiende cada vez más cosas. Incluso participa en ciertas conversaciones, pues ya detecta algunos temas y palabras que le interesan. Es maravilloso ver cómo se apropia de las palabras que va oyendo y cómo aprende a usarlas. Lo bonito es que la comunicación es más fácil, y un efecto inesperado es que ahora le podemos pedir "favores" de cierta complejidad: empezamos hace tiempo diciéndole frases como "dale esto a tu papá", "lleva esto a tu cuarto", "trae un pañal", pero el otro día la mamá, que estaba en la ducha, se sorprendió al oírse decir: "Camila, porfa, tráeme la toalla roja, que está en el cuarto", y se sorprendió aún más cuando la chiquita se la llevó con una sonrisa. Ya nos la imaginamos cuando podamos pedirle que nos haga el café por la mañana.
domingo, 9 de agosto de 2009
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4 comentarios:
Y no se olviden de los croissants!!! Abrazos tres.
juajuajuajua,,,,, que maravilla!!!!
a mí me pide jamón... serrano, por supuesto.
Me consta lo de que hace favores y hasta lleva razones. Es una hermosura
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