miércoles, 25 de mayo de 2011

El libro mágico

Desde hace más o menos un mes, para animar a Camila a comer solita, a papá se le ocurrió la idea de decirle que si comía sola y juiciosa, quizá aparecería un libro mágico en la balda más alta de la biblioteca, frente al comedor. Funcionó, y al otro día, un libro mágico apareció justo donde papá había señalado. Era un libro mágico sobre libros mágicos:



Y a Camila le encantó. Bueno, a todos. Cada noche pasábamos un buen rato buscando cosas "misteriosas" y "amiguitos".

Dos semanas después Camila comía más solita que antes, pero como es tan lenta y al final muchas veces tocaba darle, le dijimos que tenía que seguir esforzándose y que quizá aparecería otro libro mágico. Al día siguiente, Camila estaba sentada en su silla y de pronto se quedó con la boca abierta señalando la biblioteca. No se lo podía creer, llamó al papá emocionadísima, gritando y con risa nerviosa: "Papá, apareció otro". A la mamá se le aguaron los ojos al ver lo maravilloso que es creer en la magia. El libro era de castillos mágicos, y también nos encantó:



Ahora Camila está comiendo mucho mejor, pero no hay día que no pregunte cuándo va a volver a aparecer otro libro. Le hemos explicado que no depende de nosotros, sino que el libro mágico irá tomando nota de cómo come de bien y cuando lo crea oportuno, volverá, y que por eso tiene que seguir comiendo solita y rápido. Camila simplemente dice: "Vale, pero esta vez quiero que sea de peces".

La otra noche, Camila ya estaba acostada en la cama, hablando como siempre, cuando de repente la mamá la oyó decir, dirigiéndose al techo y con las manos rodeando la boca a modo de megáfono, "Libro mágico, libro mágico, de peces, uno de peces", y nos conmovió profundamente. Nuestra provisión de libros mágicos se había terminado, así que pasamos un buen rato navegando por Amazon buscando un libro de peces que diera la talla de los anteriores. Esperamos que llegue hoy, pues Camila está esforzándose muchísimo, y si ante la tardanza la mamá le prepara un bocado, por ejemplo esta mañana un trozo de melón, Camila le recuerda: "no me des, yo solita".

No sabemos cuánto tiempo durará esta tradición, pero por si acaso, en el pedido de Amazon incluimos un par de libros mágicos más. Fue algo que surgió de repente, y lo cierto es que ha sido una experiencia increíble.

Cuarentaiún meses

Aunque con un poco de retraso, aquí va el resumen del mes. Este fue el mes del Libro mágico (que ya merecerá entrada aparte), de la visita del tío Juampa, de las tardes de juego con la Tata, de la ida a ver Rio en cine, de las peticiones a papá y mamá de que se den "beso boca con boca", del regreso de la chiquita gazpachera, de la primera visita del conejo de pascua, de las primeras sesiones de natación en la piscina de grandes, de la llegada al pueblo de la amiguita Matilda... En fin, fue un mes bastante agitado, y en parte por eso no hemos estado muy juiciosos con el blog ni con el camilismo (aunque el hecho de que se nos haya dañado un ordenador y la cámara ayuda). En los próximos días intentaremos ponernos al día con las fotos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La cama de los papás

Desde hace varios meses tenemos una técnica perfecta para que Camila duerma toda la noche de largo en su camita, y consiste en que un día a la semana, los sábados, puede dormir con nosotros. Ella lo tiene súper presente y entre semana suele decir, por ejemplo, "Hoy es martes, no puedo dormir en la cama de los papás". Y cuando cae en cuenta de que es sábado, se pone feliz y dice "Hoy SÍ puedo dormir en la cama de los papás", aunque a veces se le olvida, o después de unos minutos intentando conciliar el sueño al final se va para su cuarto. Es una técnica que nos encanta, pues a nosotros también nos gusta dormir con ella de vez en cuando (pese a las patadas, los puños y la permanente lucha por arroparla), y de este modo lo conseguimos sin que se vuelva una mala costumbre o un dilema diario. En contadas ocasiones también la hemos pasado a nuestra cama si se despierta de madrugada, o si se le riega el teterito de agua, como el otro día, pero de resto siempre duerme de largo y sin interrupciones una media de 11 horas, algo que apreciamos mucho, muchísimo, sobre todo después del primer año y medio que tuvimos.

Pues bien, anoche por primera vez se pasó a nuestra cama sin que nos diéramos cuenta. De repente estaba entre los dos, bajo las cobijas y pidiendo un teterito de agua. La mamá pensó que el papá la había pasado, y el papá pensó que la mamá la había pasado, y sólo esta mañana caímos en cuenta de que ella solita se había subido y se nos había acomodado en medio. Y es que hay que reconocerlo, no hay nada como dormir en la cama de los papás.

martes, 3 de mayo de 2011

Payasos

El día de la madre hicimos una comida en casa aprovechando que pudimos reunir a la mamá, la Iaia y la Tata, las tres madres de esta familia. Camila estuvo muy misteriosa los últimos días y esta vez no se le escapó ninguna información sobre el regalo, como ha pasado otras veces. Le encantan las sorpresas y y la intriga, y se tomó muy en serio lo del regalo. Y a la mamá le fascinó, era unas serie de ilustraciones de payasos para un libro de payasos. Aquí van unas de muestra.