Al levantarse, sobre todo los fines de semana, que hay más tiempo para quedarse recochando en la cama, a Camila le encanta jugar a la familia. Puede pasar horas (y no es exageración), diciendo frases como: "Juguemos a que tu eras la mamá y yo la hijita", "Juguemos a que Papá era el bebé y yo la hermana mayor", "Juguemos a que tú eras la mamá osa y yo la osita, mentiras, tú eras la mamá gata y yo la gatita que acababa de nacer"... Alguna que otra noche se ha pasado a nuestra cama en la madrugada y, sin importarle la hora, nos ha propuesto juegos del tipo: "Juguemos a que esta era la cueva y los tres éramos osos", y tenemos que insistirle en que no es hora de jugar sino de dormir. Hoy se pasó a las 6 de la mañana, y de repente dijo: "Juguemos a que...", y la mamá la interrumpió: "Ni hablar, es muy temprano, a dormir", y ella dijo: "espera, espera, juguemos a que eramos dos hermanitas y nos íbamos a dormir". "Perfecto", dijo la mamá, y las dos hermanitas estuvieron jugando a dormir hasta casi las 11 de la mañana.
lunes, 30 de abril de 2012
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