viernes, 3 de mayo de 2013

No todo está perdido

Después del dolor llegó la alegría. Cuando pensábamos que nos habíamos quedado sin un solo gusano, resulta que de los huevitos, que fue lo único que dejaron las hormigas, comenzaron a salir nuevos gusanos bebé.  Qué grata sorpresa.  Se podría decir que son los más lentos y débiles de su generación, pero al final son los que sobrevivieron. Salieron unos veinte, así que incluso pudimos regalarle unos cuantos a unas amiguitas  de Camila que los esperaban con ilusión.

1 comentario:

Walky dijo...

Sí, por fortuna hay algunos que son lentos. Matilda fue una de la beneficiadas de esos gusanitos y anda que no se cambia por nadie. Gracias!