jueves, 24 de octubre de 2013

Remedios

El tema de los remedios siempre ha sido complicado en esta casa. Camila los detesta desde pequeña. Por suerte casi no se ha enfermado, así que han sido pocas las veces que hemos tenido que darle,  pero esas pocas veces han sido una pesadilla.

Cuando era bebé los vomitaba, así que teníamos que retenerla entre los dos porque pataleaba y se retorcía.  Cuando ya era un poco más grande, intentábamos diluírselos, convencerla, chantajearla, en jeringa, en cuchara, a la fuerza... En fin,  un desastre.  La última vez que tuvo que tomar algo, hace casi año y medio, fue porque íbamos al cumpleaños de un amiguito y tenía un poco de fiebre,  pero no hubo manera de convencerla y prefirió no ir.

Pues bien,  ahora le tocó el turno a Jacobo. El antibiótico se lo dimos con jeringa y obviamente no le gustó y se puso a llorar, pero la que lloró más fue Camila. De repente la oímos atacada llorando en el pasillo (por cierto, tener a los dos hijos llorando al tiempo es terrible). Ya contamos lo de las lágrimas que derramó cuando le limpiamos la nariz a su hermanito,  pues con el antibiótico fue igual. Por suerte cada noche fue menos difícil y al final los dos dejaron de sufrir.

El otro día Camila estuvo dibujando antes de irse a dormir.  Cuál no sería nuestra sorpresa cuando más tarde vimos lo que había hecho:



Ella dice que no hizo a papá con cara de malo,  que se está riendo, pero lo cierto es que parece el psicópata de la jeringa.

miércoles, 23 de octubre de 2013

"Caminando" por la playa

El otro día Camila quiso volver a casa caminando con papá desde Canet.  Le encantó,  pero como puede verse en el video,  no sólo caminó. Ya quiere repetir.

viernes, 18 de octubre de 2013

Matías

Hoy fuimos a conocer a Matías, el chico más puntual de todos. Está muy bonito, parecido a Lucas cuando nació.
Camila y Lucas se lo pasaron muy bien. En un momento estuvieron contemplando cada uno al hermanito del otro:


Pero pronto volvieron a hacerle mimos cada uno al hermanito propio:


Qué suerte tienen los dos chiquitines con esos hermanos mayores que los quieren tanto.

Dos meses de Jacobo

Jacobo ya cumplió dos meses. Como nos imaginábamos, no hemos tenido tanto tiempo para hacerle fotos, masajes diarios o baños eternos, ni para chatear con los abuelos de Colombia, vernos con los amigos, etc. Inevitablemente cuando ya hay otro niño en casa el tiempo no sobra, así que cada ratico libre intentamos aprovecharlo al máximo los cuatro juntos, o los tres, cuando Jacobo duerme.

Aparte de la infección que lo mandó al hopital, este mes Jacobo ha estado muy bien.  Las noches siguen siendo menos fáciles de lo que nos gustaría, pero no podemos quejarnos. El chiquito duerme y come de maravilla. Está pesando casi 6 kilos y está gordito y cachetón. Pero quizá lo más importante es que comienza a sonreírnos, y eso nos encanta.



Aunque también nos enternecen sus pucheros:


viernes, 11 de octubre de 2013

Hospital

Una infección urinaria tuvo a Jacobo en el hospital cinco días.  Nos llevamos un buen susto, pero por suerte lo llevamos cuando aparecieron los primeros síntomas y el tratamiento fue efectivo.  Aparte de la fiebre, Jacobo estuvo todo el tiempo de buen ánimo y  comiendo y durmiendo de maravilla,  casi mejor que en casa,  aunque el pobre se llevó unos cuantos pinchazos.




Camila estuvo muy pendiente de su hermanito y se portó muy bien estos días. Ayer cuando volvió del cole se llevó una gran sorpresa al encontrarnos aquí. 

martes, 1 de octubre de 2013

Leer y escribir

En las vacaciones Camila estuvo practicando un poco la lectura y la escritura,  pero ha sido sobre todo en los últimos 15 días que se ha soltado muchísimo.

Escribe cosas tan bonitas que nos gustaría guardarlas todas de recuerdo. Todavía comete muchos errores de ortografía, se come sonidos y confunde algunas letras con el catalán,  pero en general lo hace bastante bien y de un modo encantador. Tiene libretas que va llenando de historias o escribe en papelitos sueltos de todos los tamaños o nos deja notas de regalo por ahí. Aquí un par de ejemplos que nos gustan mucho:




Y en cuanto a la lectura,  más felíces no podemos estar los tres (o los cuatro,  pues Camila ya promete que le leerá cuentos a su hermanito).  Lee letra ligada, de palo y de imprenta;  ya lee libros pequeños completos y se anima a leer trozos de libros grandes; lee todo lo que se le cruza por los ojos, desde las etiquetas de los productos hasta letreros en la calle, y cada noche quiere leernos un cuento (incluso lloró un día que se había hecho tarde y le dijimos que no, aunque al final cedimos y nos leyó uno corto).

Está tan contenta leyendo que el otro día dijo que se quería leer un libro de la biblioteca de la sala. Este fue el que escogió:


Nos hizo mucha gracia, y cuando leyó el título del Libro I (libro i), "Sobre la felicidad",  nos reímos con la afortunada coincidencia.  Y luego nos reímos más cuando nos mostró lo que escribió: