El otro día el papá estaba arreglando su escritorio y se encontró con este papel. No tiene fecha, pero debe ser del verano de 2015. Es un problema inventado por Camila.
Nos encanta, con sus errores, sus catalanismos, su chica y su guardia.
paternidad y biología amateur
El otro día el papá estaba arreglando su escritorio y se encontró con este papel. No tiene fecha, pero debe ser del verano de 2015. Es un problema inventado por Camila.
La mamá estaba colgando la ropa en el balcón y Jacobo pasó a saludarla. El chiquito preguntó que había ahí abajo, y la mamá le dijo que el patio de los vecinos, pero que era muy alto, y muy peligroso, que no había que asomarse ni tirarse nunca. Y Jacobo dijo: "Matías un día se asomó, yo estaba aquí", y es cierto, un día Matías, nuestro amiguito más intrépido, se asomó un poco y nos dio un buen susto. Y Jacobo concluyó: "Cuando venga Matías, cerramos la puerta".
La ida a la cama ha pasado por todo tipo de técnicas: Cuando Camila era hija única, la mamá le contaba algún cuento inventado, o le leíamos alguna cosa. Luego aprendió ella solita a irse a dormir, y se quedaba mirando algún libro durante un rato, luego aprendió a leer, así que leía y ella solita se apagaba la luz después de un rato, o la encontrábamos dormida con el libro encima, luego llegó Jacobo y las dinámicas cambiaron un poco, luego comenzó a compartir habitación con Jacobo, pero teníamos que dormirlo a él en la cama de los papás y luego pasarlo a su cuna, para que ella pudiera leer. Luego Jacobo comenzó a irse a la cama con figuritas de Pa pa pam y jugaba un poco mientras Camila leía y al final se quedaba dormido. A veces él también cogía un libro y se quedaba mirándolo hasta que Camila apaga la luz. Aunque ha habido etapas en las que pese a estar ya a oscuras seguía jugando y molestando y no dejaba dormir a Camila, así que ella se pasaba enfadada a la cama de los papás, u otras en las que ha exigido cambio de camas, y sólo quería dormirse en la cama de Camila, u otras en las que se quedaban jugando y hablando y muertos de la risa y teníamos que llamarles la atención aunque nos encantaba que estuvieran tan compinches.... en fin, ha habido de todo menos rutinas.