La ida a la cama ha pasado por todo tipo de técnicas: Cuando Camila era hija única, la mamá le contaba algún cuento inventado, o le leíamos alguna cosa. Luego aprendió ella solita a irse a dormir, y se quedaba mirando algún libro durante un rato, luego aprendió a leer, así que leía y ella solita se apagaba la luz después de un rato, o la encontrábamos dormida con el libro encima, luego llegó Jacobo y las dinámicas cambiaron un poco, luego comenzó a compartir habitación con Jacobo, pero teníamos que dormirlo a él en la cama de los papás y luego pasarlo a su cuna, para que ella pudiera leer. Luego Jacobo comenzó a irse a la cama con figuritas de Pa pa pam y jugaba un poco mientras Camila leía y al final se quedaba dormido. A veces él también cogía un libro y se quedaba mirándolo hasta que Camila apaga la luz. Aunque ha habido etapas en las que pese a estar ya a oscuras seguía jugando y molestando y no dejaba dormir a Camila, así que ella se pasaba enfadada a la cama de los papás, u otras en las que ha exigido cambio de camas, y sólo quería dormirse en la cama de Camila, u otras en las que se quedaban jugando y hablando y muertos de la risa y teníamos que llamarles la atención aunque nos encantaba que estuvieran tan compinches.... en fin, ha habido de todo menos rutinas.
miércoles, 8 de marzo de 2017
A la cama....
Últimamente la ida a la cama es maravillosa. Desde que se están lavando los dientes Jacobo comienza a preguntarle a Camila si le va a contar un cuento, y ella le dice, en plan hermana mayor: "si te lavas rápido los dientes sí", o "apúrate, has un pipi o no hay cuentos....". Y luego se acuestan cada uno en su camita y, con la luz apagada, Camila comienza a contarle historias inventadas o historias modificadas. A veces Jacobo se pone exigente y pide que le cuente una historia de Spiderman, por ejemplo, o una de Pa pa pam, y Camila tiene que improvisar. Esta nueva etapa nos encanta, y aunque sean las 10 y media de la noche, nos cuesta ir a regañarlos por no haberse dormido.
Anoche la mamá se acercó y al escuchar a Camila se conmovió muchísimo, pues le estaba contando a su hermanito una de las historias inventadas por ella que quizá es la que más veces les ha contado a los dos: La cebra que sólo comía paja.
Rápidamente sacó el móvil y comenzó a grabar. Ya estaban terminando, pero fue muy bonito. Jacobo pidió otro cuento y Camila dijo que no, pero cedió prácticamente de inmediato, Jacobo no tuvo que insistir, y le contó uno nuevo inventado por ella.
Aunque no se vea nada, y quizá no se entienda del todo bien, nos los imaginamos en unos años muertos de la risa oyendo sus voces.
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