¡Llegó la primavera!

Y la chiquita pudo pasear por primera vez por la playa en manga corta. ¡Hurra!

Duérmete, niña

Desde hace unos días Camila ha comenzado a tener problemas para dormirse.
Las noches son relativamente buenas (algunas más relativamente que otras), pero, en general, le cuesta conciliar el sueño. Inconsolable, llora y llora mientras se frota los ojitos, se returerce, se desespera. Las siestas tienden a ser más difíciles (y más frágiles) y eso la pone irritable.
El domingo pasado el padrino vino a visitarla y le estuvimos dando quejas, pero la chiquita no se dio por enterada.

Siguiendo el consejo de una prima cuyos dos hijos duermen de maravilla, la mamá compró ayer un libro que promete enseñarnos a ayudar a Camila a dormirse solita.
En las primeras páginas aparece una lista de todo lo que no se debe hacer para conseguir ese objetivo. Y, bueno, eso que NO hay que hacer coincide prácticamente con todo lo que SÍ hacemos:

Cantarle
Mecerla en la cuna
Mecerla en brazos
Darle la mano
Darle palmaditas
Acariciarla
Amamantarla
Ponerla en nuestra cama

El libro no dice nada acerca de usar la aspiradora o el tejido, pero damos por hecho que el autor tampoco los vería con buenos ojos. Sí menciona, y desaconseja, dar vueltas a la manzana en el cochecito o en el carro altas horas de la noche, que es lo que los abuelos hacían con la mamá, que también tenía el sueño difícil. (El historial del papá no es mucho mejor, así que si lo del sueño viene de serie...)

El método que propone el libro es bastante radical y, lo más compicado, requiere dejar llorar al bebé para forzarlo a aprender a dormirse solo, sin ayuda. Duro. Tan duro que la mamá se puso de inmediato a buscar alternativas. Por supuesto, encontró otro método que también promete maravillas. Su lista de lo que NO hay que hacer empieza señalando que no se debe dejar llorar al bebé.

Continuará...

Generaciones

Noticias varias

1. Sana que sana.
Primero, lo más importante: la crema ha funcionado perfectamente y las orejitas vuelven a estar muy bien.

2. Ruta 666.
Ayer tuvimos un episodio de película de terror con Camila llorando en el coche de camino al aeropuerto.
Nos gustaría decir que el llanto se debía a que estaba triste por la partida de la madrina, pero no había duda de que era hambre. El problema fue que estaba tan ansiosa que no podía comer. Al final, cuando los papás ya estaban ellos mismos al borde del llanto, se durmió: había quedado agotada.
La historia terminó bien, con Camila comiendo juiciosa en el parqueadero del aeropuerto. El regreso a casa fue plácido y la noche tranquilita, pero seguramente para los tres ha sido el momento más duro de estos meses.

3. Tiene truco.
La mamá ya había advertido que a Camila el ruido de la aspiradora parecía gustarle, pero esta semana hemos descubierto que también la calma cuando (creemos) no consigue dormirse. El consejo está en libros y en Internet, así que no es un descubrimiento original, pero damos fe de que es bastante efectivo.
Hemos pensado que una aspiradora portatil es un buen regalo para futuros padres, útil para todos.

Primer día del padre

El papá había dicho que el mejor regalo en este día sería que a Camila se le curara la orejita. No pudo ser, pero en todo caso recibió una sorpresa al levantarse.

Tercer cumplemés

El tercer cumplemes de Camila coincidió con la visita de su madrina, que por fin vino a conocerla. Todo indica que se cayeron muy bien.

Esta vez no tenemos peso y medidas porque el control con la pediatra será la semana entrante. Pese a ello, la chiquita no se salvó de ir al médico, pues le descubrimos una dermatitis detrás de la oreja y terminamos llevándola al CAP.
No es nada que no cure una pomada (eso fue lo que nos dijeron y lo que nos seguimos diciendo), pero lo cierto es que en el tiempo que pasó entre el descubrimiento y el diagnóstico la pasamos muy mal. No queremos ni imaginarnos como será lo que no es nada sino algo.

Y, bueno, sobre la foto... Ya empezamos: No chiquita, no son cuatro, son tres. ¡Tres!


Actualización:
Hoy volvimos al pediatra: la crema ha sido efectiva; la orejita está mejor. Y ya puestos, aprovechamos la visita para pedir que pesaran a la bebé: 5 kilos 600 gramos. Muy bien.

Hábitos de consumo V

Al comienzo la idea de salir no pareció entusiarmar mucho a Camila, pero una vez en el carrito de la compra todo cambió. Al final, con el coche lleno de paquetes, estaba dichosa.

El primito

Camila conoce a su primito Juan Miguel... y descubre que ya no es la más pequeña de la familia.

¡Extra, extra!

Ayer, a las diez de la noche (hora colombiana) nació Juan Miguel, el nuevo primito de Camila. ¡Qué alegría!

Ventilador

ps. La próxima vez intentaremos no interferir tanto con nuestras risas.

Tiburona

Adiós a los minis

Hoy Camila usó su último pañal tamaño mini. Ahora es toda una bebé "midi".