Algún día tenía que pasar...
Hoy fuimos a Barcelona, y al regresar ofrecimos todo un espectáculo. Éramos los padres del bebé que no paraba de llorar y el blanco de todas las miradas acusadoras.
Estación tras estación.
Cuando estábamos a punto de bajarnos "en medio de la nada", Camila se calmó de repente y se puso a mirar por la ventana. Uffff...
sábado, 17 de mayo de 2008
Show en el tren
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1 comentario:
Ayayay, con que andan por ahí de padres desalmados, haciendo sufrir a Camila, je, je!!! Por fortuna los viajeros ya debieron olvidarlos, así que lo bueno es que ya pasó y ojalá Camila no ande con demasiada frecuencia poniendo a funcionar sus pulmones a toda máquina.
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