viernes, 22 de agosto de 2008

Heridas de guerra II



Hoy le descubrimos esta pequeña herida a Camila: el coste de gatear de arriba abajo todo el día.
En la tarde le pusimos unas sandalias y la idea no le gustó nada. Se sintió impedida, no gateó ni medio metro ni intentó ponerse de pie. Sólo se las quería quitar. Después de meses descalza, aprender a usar zapatos no será fácil.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Con Sylvie, hemos estado consternados por las heridas de guerra de Camila... Sin duda, habrá que realizar algún tipo de campaña internacional de solidaridad para con las víctimas... Esos deditos maravillosos...

Un abrazo, desde Bogotá,

Willi López y señora

Claudia Vargas dijo...

Hola Hola
Es la heridita más bella que he visto en mi vida. Qué ternura
Pero la verdad no sé que me causa más sorpresa, si la heridita o que willie aparezca. Y eso que yo no soy quien para decir nada. Mi opinador en los blogs, como sabe todo el mundo, está atrofiado.
Un beso a Camila
Sana que sana... (El concierto para perro no tiene desperdicio)