viernes, 4 de junio de 2010

Todo, todo, todo

Desde hace meses Camila come en general muy bien. Lo cierto es que ya los papás no se pueden quejar. O casi. Como es normal, hay cosas que le gustan más que otras, como las frutas, y cosas que menos, como las habichuelas, pero lo que sí que no es normal, sobre todo en esta familia, es que no le gusta la pasta. ¿Cómo puede ser posible que a una niña no le gusten los espaguetis, los macarrones, los tornillos o los corbatines? Pues bien, ayer en la guardería, según la agenda, Camila se comió "Todo, todo, todo", algo no muy habitual, pero vaya sorpresa se llevó la mamá cuando se enteró de cuál era el menú: macarrones (macarrones recalentados de catering a domicilio, para ser exactos). La mamá quedó traumatizada.

2 comentarios:

Veronica dijo...

¿Has probado a darle macarrones de los tuyos pero recalentados? A lo mejor el secreto es ese... Jajaja.

la mamá dijo...

Pues voy a probarlo... Todo con tal de conseguir que a Camila le guste la pasta. Así tenga que mandar importar pasta "La muñeca".