sábado, 25 de diciembre de 2010

Navitat

Ayer celebramos aquí la "navitat" y Camila estuvo excitadísima y encantada con tantos regalos. Se acostó casi a la 1 de la mañana y se despertó a las 10, llamándonos a gritos: "Papá, mamá, yo estaba dormida y apareció aquí un regalo". Estaba tan sorprendida y puso tal cara de asombro que comprobamos lo maravilloso que es creer en regalos que aparecen mágicamente.

Hace unos días decidimos que en esta casa los regalos los traen Papá Noel y los Reyes, así que el de esta mañana, el colegio de animales al que quería ir, fue regalo de Papá Noel. Y Camila quedó agradecidísima.

Y como tenía que ser, el resto del día Camila jugó feliz con sus juguetes nuevos. Aquí está fascinada con el dominó que le regaló Totó.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Pollo satay

Ya contamos aquí que Camila probó la comida tailandesa, y lo cierto es que le encantó (es más, acaba de ver la foto en la que está pescando gambas y dijo: "yo quiero volver a comer con palitos, quiero llevar a mi papá").
Pues hoy hemos descubierto uno de los nuevos platos favoritos de Camila y es tailandés. Se trata del Pollo satay, unos taquitos de pollo con salsa de maní y coco. Le gustó tanto que quiso cenar lo mismo.
Ya que los espaguetis y los macarrones siguen sin gustarle mucho que digamos, que le encante la comida tailandesa, una de las favoritas de la mamá, es todo un consuelo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Tres años



Por fin llegaron los tres años. Se trata de una edad importante, una especie de mayoría de edad infantil. Casi todos los juguetes advierten que son para mayores de tres años, la entrada al zoo y a la mayoría de los espectáculos deja de ser gratuita, y también a esa edad casi todos los niños se sientes grandes. Hace un par de días, por ejemplo, Camila jubiló la mica porque, como ella misma dijo, "ya soy una niña grande".

Camila tuvo fiesta en el cole el viernes, con visita de los pajes reales incluida, y fiesta hoy en casa. Estuvo todo el día contentísima, desde que se despertó con el desayuno en la cama hasta que se fueron los últimos invitados. Todo lo que habíamos preparado salió bien: jugaron con plastilina, pintaron, recocharon en el territorio y, cómo no, saltaron al puf como locos. El pastel que le preparó la Iaia estaba delicioso y todos los regalitos le encantaron. Cuando ya se habían ido todos, Camila dijo "Yo quiero otra fiesta así". Por lo tanto, objetivo cumplido, ella y sus amiguitos se lo pasaron de maravilla.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Desayuno en la cama

Hoy es el cumpleaños de la mamá, y papá la despertó con un delicioso desayuno en la cama. Al rato él y Camila todavía medio dormida le llevaron el último libro de Nick Hornby de regalo con una tarjeta pintada por ella. Todo iba de maravilla pero de repente Camila se fue corriendo y llorando a su cuarto. No entendíamos qué pasaba, y cuando por fin habló con claridad, lo que dijo fue "Yo quiero desayunar así". Después de entregar el regalo había visto el desayuno junto a la mamá y la pobre se había antojado. Le dijimos que claro, que fuera a la cama de los papás, que había jugo de naranja, fruta y sánduche para las dos... Y regresó feliz, se acomodó junto a la mamá y comió mejor que nunca. Definitivamente, descubrió el placer de desayunar en la cama. Y claro, pidió que el día de su cumpleaños también le llevemos el desayuno a la cama. "No a la mía, a ésta".

domingo, 12 de diciembre de 2010

Cuando sea...

Casi todos los días Camila dice la frase "cuando sea grande como mi papá..." acompañada de todo tipo de combinaciones: "Cuando sea grande como mi papá, voy a manejar" (aunque el papá no maneja), "Cuando sea grande como mi papá, voy a comer picante", "Cuando sea grande como mi papá, voy a tocar las nubes". Y es que claro, Camila cree que su papá es muuuuuuy grande, y así se lo cuenta a la gente en la calle.
Pero lo que sí es una verdadera novedad son las frases que ha dicho estos días, frases que nos hacen pensar que cree en algún tipo de reencarnación: "Cuando sea animal, voy a ir a ese colegio de animales", o "Cuando sea ogro, comeré ojos como Shrek" y, más curioso aún, "Cuando sea bebé, volveré a tomar tetero".

Por lo pronto, aquí está una foto de Camila con su enorme papá haciendo de monstruos.

Querer o no querer...

Ya hablamos aquí del "Nadie me quiere" de Camila, pero en esta ocasión toca hablar de a quién quiere ella.

Suele ser muy cariñosa, y a veces, espontáneamente, se nos acerca, nos da un abrazo y nos dice "te quiero" en un tono tan dulce que siempre nos deja derretidos. Quizá por eso, porque sabe que nos gusta tanto que nos diga que nos quiere, desde hace varios días, cuando alguno la regaña Camila responde con un "No te quiero".

Es algo que no nos gusta, y hemos intentado explicarle que uno no deja de querer a las personas por regaños tontos, que uno puede enfadarse con alguien por un momento pero que no por eso se deja de quererlo, etc., pero las "explicaciones" a esta edad sirven de poco y no han evitado que esta semana dijera frases como "Hoy no quiero a la Iaia, pero otro día la voy a querer. Mañana sí la voy a querer", o que cuando la mamá la regaña, reaccione con un "Mamá, no te quiero, sólo quiero a mi Papá", o que cuando se enfada con el mundo entero, diga "Sólo me quiero a mi".

Por suerte al final del día siempre nos dice que nos quiere y volvemos a quedar derretidos. Y lo gracioso es que cuando alguno de los dos le decimos "yo también te quiero", ella contesta "ya sé que me quieres". Qué bien que esté tan segura.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pinta que pinta...



Hay días que Camila pasa horas pintando, y cada vez lo hace mejor. Aunque la mayoría de sus obras son círculos, y rayas, y telarañas, y letras, a veces le salen dibujos más elaborados. Ayer pintó su primer señor de cuerpo entero, con manos y todo, y hoy pintó un pajarito comiendo maíz especialmente bonito.