Si Jacobo está despierto cuando es la hora de levantar a Camila, lo llevamos a su cama para que se "arrunchen" un ratico. Es el mejor despertador.
Y el mejor despertar.
paternidad y biología amateur
Si Jacobo está despierto cuando es la hora de levantar a Camila, lo llevamos a su cama para que se "arrunchen" un ratico. Es el mejor despertador.
Pese a que es una de esas cosas que uno cree que nunca olvidará, lo cierto es que no nos acordamos cuál fue la primera palabra que dijo Camila, ¿Papá? ¿Mamá? ¿Guau guau? No conseguimos recordarlo. Repasando el blog lo único que encontramos fue que a los ocho meses "decía" adiós con la mano y "mamá" cientos de veces, todavía sin significado. Pues bien, el otro día Jacobo, en medio de un ataque de llanto, dijo "mamá, mamá". Nos reímos mucho, y lo dijo de forma tan clara, que Camila llegó corriendo sorprendida. Estos días se lo ha contado a varias personas, y aunque ya le explicamos que fue pura casualidad, que todavía no habla, ella sigue a la espera de que diga alguna otra cosa. De lo que sí estamos seguros es de que cuando diga su primera palabra con sentido, intentaremos no olvidarla.
El otro día Camila estaba recogiendo el Lego Duplo y papá le preguntó qué íbamos a hacer con él cuando Jacobo ya no lo use: "¿Lo regalamos o lo guardamos para tus hijos?". Su respuesta fue: "No, lo guardamos para los hijos de Jacobo, porque yo no me voy a casar ni a tener hijos, yo voy a disfrutar de la vida de verdad". Nos reímos mucho con la frase, y estuvimos hablando sobre si ella creía que los papás no hemos disfrutado de la vida, sobre la felicidad, etc.
Pues bien, hoy estábamos hablando del nuevo libro que le van a publicar a papá. Camila preguntó de qué se trataba y dijo que lo quería leer. Le dijimos que era para grandes, que no lo entendería. La mamá comentó: "Es sobre un señor que no quiere tener hijos", y Camila dijo: "Pues me interesa", y los tres nos echamos a reír.
Ya se había rasguñado varias veces, pero hoy Jacobo se despertó de la siesta con la peor herida que se ha hecho hasta el momento. Los peligros de una uña mal cortada.
Jacobo cumplió tres meses. Pesa 6 kilos 720 gramos y mide 60 centímetros, es decir, está grandísimo y largotote. Las noches son cada vez mejores, a veces con seis horas seguidas de sueño (qué alegría), y sigue sonriente, atento y simpático, aunque a veces es un poco lloretas, pues si por él fuera se lo pasaría comiendo. Y así como come, hace caca. Unas 5 a 7 veces al día, algo dentro de la normalidad, según la pediatra, y aunque no es una normalidad muy divertida, nos la tomamos con sentido del humor.
Entre las novedades, podemos destacar que está muy hablador, en el sentido"agú gú" de la palabra, que en la bañera se mueve como loco (dan ganas de dejarlo 40 minutos de lo bien que se lo pasa) y que ayer dio su primer medio giro. Comienza la acción.
Camila eligió estas fotos para la entrada. La que más le gusta es en la que salen los dos con cara de pícaros.
El domingo pasado a Camila se le cayó su primer diente, pero fue justo cuando estaba cenando y no se dio cuenta, así que se lo comió.
Ayer cumplió la Iaia e hicimos un pastel. Sorpresa sorpresa, el trozo de la Iaia tenía una E (de Eugenia) y el de Camila una C.
Vuelvo a casa y Camila me recibe entusiasmada. Me tiene dos regalos: unas flores que recogió en la playa y puso en una coquita, y un mapa de toda la casa con una sorpresa escondida. Me enternece, mi chiquitina.
Desde hace días Jacobo está un poco baboso. Incluso le compramos unos baberos especiales para que no se moje la ropita. Hoy Camila le puso el apodo de Champán, "porque hace burbujitas".
Primer Halloween de Jacobo, sexto de Camila (1, 2, 3, 4, 5). Desde hace días todos participamos en el montaje de un gran escenario de Lego para la ocasión: monstruos, vampiros, fantasmas, zombis, hombres lobo y niñas disfrazadas en un entorno aterrador que ocupaba toda la mesa. Divertidísimo.