domingo, 6 de abril de 2014

Del desespero al gateo

Después de una etapa que podríamos llamar "etapa del desespero",  en la que Jacobo conseguía avanzar con todos sus esfuerzos, a veces arrastrándose, a veces con giros, a veces usando las rodillas, a veces los codos, pero desesperándose por no poder llegar siempre al destino deseado, o por quedar boca abajo contra el suelo o boca arriba sin poder levantarse, este fin de semana comenzó a gatear de verdad, moviendo sincronizadamente piernas y brazos. Y está feliz. Eso sí,  le encanta salirse de la zona de juegos e irse a la aventura en el suelo frío y resbaloso, en busca de tesoros prohibidos: zapatos, papeles, cables, etc. Ya se ha dado un par de golpes por intentar ponerse de pie cogiéndose de cosas (pues no hay posición que le divierta más que estar parado), y ya es evidente que no podemos volver a dejarlo solo sobre la cama,  por más rodeado de cojines que esté, pues supera todo tipo de obstáculos. Ayer probó gatear sobre la arena de la playa y hoy sobre el pasto del parque (y, como no, aprovechó para probar de nuevo la arena y la hierba). Comienza la diversión...

2 comentarios:

Renée dijo...

El mundo es tuyo, pequeño gateador.

Ángela Margoth dijo...

Jacobo explorador!!! Qué sorpresas te depara ese mundo que te rodea... Ahora sí a mostrar que eres valiente y que no lloras cada vez que algo te cae encima y que caes encima de algo... ummm, ojalá que ese algo no sea muy pesado. Papás y hermanita a asistir a este jovencito decidido a superar todos los obstáculos, je, je. Que disfrutes la aventura!