Desde hace varias semanas Camila ha estado bastante interesada en la historia de Rapunzel, pero estos últimos días, definitivamente, se ha convertido en su juego favorito. Ella siempre es Rapunzel, claro está, y a los demás nos asigna los papeles: "Ahora tú eres la bruja", "Ahora tú eres el rey", "ahora tú eres la reina". Y uno tiene que jugar como si fuera la reina pese a que hace un minuto era el rey. Incluso les asignó papeles a Walkiria y a Claudia, y a Matilda y Alicia, que eran las "bebés rapunzeles" o "rapunzelitas". El domingo se vio la película Enredados y estaba feliz porque tenía un nuevo personaje, un caballo. Así que ahora de vez en cuando tenemos que hacer de caballo para que Rapunzel nos diga: "Tranquilo caballito, tranquilo".
Esta es una postal que le regaló la Iaia y que dio origen a la "fiebre Rapunzel". (Maja Dusikova, 1996)
miércoles, 29 de junio de 2011
Rapunzel
martes, 21 de junio de 2011
Cuentos con la boca
Ya hemos contado aquí cómo se ha puesto de exigente Camila con los cuentos inventados y lo mucho que le gustan los clásicos. También le encantan los cuentos leídos antes de dormir, y cada noche, si se acuesta antes de las 9, tiene derecho a un cuento o dos. Ella los escoge y sabe medir perfectamente cuáles son los largos y cuáles los cortos, los de la ñapa. El otro día la mamá le leyó dos cuentos y al terminar Camila le dijo: "Ahora un cuento con la boca". "¿Cómo así?", preguntó la mamá. "Sí, había una vez..., uno de esos".
Tres años y medio y el Día de Camila
El mes cuarenta y uno fue el mes de la visita de Fabio, del paso a la piscina grande en el curso de natación, de los moluscos y los piojos, de la casa de cartón con chimenea, de las cosechas de fresas y cerezas en la casa de la Iaia, de los primeros desayunos del año en el balcón y, al final, de las tardes de juego de los fantasmas con papá.
Y como ya es tradición en esta casa, el 18 de junio fue el Día de Camila. Ella llevaba varios días ansiosa, y se tomó en serio lo de que era su día especial. En un momento incluso dijo: "Hoy haremos todo lo que yo quiera". Desde la noche anterior había pedido de desayuno huevo con arepas, y eso desayunó. Le dimos un libro y un títere de regalo y luego fuimos al acuario. Lo que más le gustó fueron el pez luna, los dragones de mar y el pulpo, que estuvo especialmente "simpático" con ella. Camila le tomó esta foto:
viernes, 17 de junio de 2011
Piojos
Pues sí, el bicho tuvo bichos. La experiencia fue menos difícil de lo que imaginábamos y por suerte no tuvimos que cortarle el pelo, así que sus bonitas trencitas sobrevivieron. No sólo el tratamiento resultó bastante efectivo sino que también Camila puso mucho de su parte. Se dejaba "hacer caminitos" durante horas y horas, y en muy pocos días pudimos deshacernos de esa visita, indeseable pero algo divertida, hay que confesarlo. Ahora falta ver si también conseguimos erradicarlos tan fácil de la cabeza de la mamá, que al final se contagió. Vaya bichos...
El primo Fabio
Aunque fue hace un par de semanas, no queríamos dejar de contar la visita de Fabio. Camila estuvo feliz con su primito, y es que se entendieron de maravilla. No hubo prácticamente roces ni peleas, simplemente jugaron y jugaron, y buscaron cosas en los libros mágicos, e hicieron pasteles de arena en la playa, y pintaron tarjetas, y recocharon como locos... Incluso cocinaron, y una noche prepararon un pollo al horno que les quedó delicioso. Fabio se comportó como un primito mayor muy cariñoso. Por ejemplo le decía "Camilita". Ella, por supuesto, estaba encantada. Qué ganas de volver a ver a todos los primitos.