En esta especie de adicción que tiene Camila a las historias, que la llevan a decir frases como: "cuéntame un cuento mientras me como el mango", o "cuéntame un cuento mientras llega el tren", e incluso "cuéntame un cuento mientras hago pipi" (a lo que la mamá no accedió, claro), también entran las anécdotas de cuando los papás éramos chiquitos. Le fascina enterarse de qué comíamos, qué jugábamos, qué nos gustaba...
El otro día, mientras comíamos en el balcón, Camila le dijo a la mamá: "Cuéntame todo-todo-todo de cuando eras chiquita", y la mamá se rió, obviamente, y le dijo que todo-todo-todo era imposible, y al final se limitó a contarle historias de su etapa de patinadora.
Pues bien, el otro día, consciente de que había exagerado en su petición, Camila dijo: "cuéntame unas cuantas cosas de cuando eras chiquita, sólo unas cuantas cosas".
lunes, 12 de septiembre de 2011
Cuéntame todo-todo-todo
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2 comentarios:
y que contaste entonces? ;;;;;; :)
Camila estaba en la bañera, así que le conté que yo no tenía bañera cuando pequeña, y me encantaba ir a casas donde había, y bañarme en ellas, claro...
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