El otro día estábamos jugando a que Camila era la doctora y nosotros los enfermos y de repente ella dijo: "Ya sé, puedo usar el vestido de la princesa Leia...". Así que rápidamente hicimos un gorro de papel y ella pintó una cruz roja para el vestido. Los papás estábamos encantados, no sólo con el hecho de que hubiera sido su idea, sino por la novedad de verla disfrazada de algo diferente de una princesa.
domingo, 13 de mayo de 2012
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