Hoy Camila le estaba hablando a Jacobo y le dijo ago más o menos así: "cochita boñita, como ta e bebé boñito...", y no con su voz normal, claro, sino con con tono afectado. La mamá se rió y Camila dijo: "es que no puedo evitarlo, se me sale hablarle así", y nos reímos todos. Y es que es cierto, sin darse cuenta uno de repente le está hablando a los bebés en ese tonito cursi y chistoso (el maternalés). Algo tienen que hace que casi todo el mundo baje la guardia y se le active la cursilería. A nosotros nos pasaba con Camila (nos reíamos al ver vídeos en los que le hablábamos así y no nos dábamos cuenta), y ahora nos pasa con Jacobo, pero es curioso ver cómo también le pasa a Camila. Seguro hay estudios sobre el tema.
lunes, 9 de septiembre de 2013
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