Jacobo tiene un poquito de mocos, muy pocos, pero como le dificultan la respiración, hoy decidimos ponerle un poco de agua salada en la nariz para ayudarle a expulsarlos. Obviamente el bebé lloró, pero con lo que no contábamos era con que Camila se pusiera a llorar desconsolada por el sufrimiento de su hermanito y nos pidiera entre lágrimas que no se lo hiciéramos más. Le explicamos que era por su bien, que no era nada doloroso, y al final se calmó, pero nos dejó conmovidos con ese gesto de solidaridad fraterna.
lunes, 23 de septiembre de 2013
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1 comentario:
ahí tienen: aristóteles habla de la empatía.
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