lunes, 23 de septiembre de 2013

Lágrimas

Jacobo tiene un poquito de mocos, muy pocos, pero como le dificultan la respiración, hoy decidimos ponerle un poco de agua salada en la nariz para ayudarle a expulsarlos.  Obviamente el bebé lloró, pero con lo que no contábamos era con que Camila se pusiera a llorar desconsolada por el sufrimiento de su hermanito y nos pidiera entre lágrimas que no se lo hiciéramos más.  Le explicamos que era por su bien, que no era nada doloroso, y al final se calmó,  pero nos dejó conmovidos con ese gesto de solidaridad fraterna.

1 comentario:

juan batallas dijo...

ahí tienen: aristóteles habla de la empatía.