Jacobo es en general muy tranquilo y llora poco, y cuando lo hace, por suerte no es en un volumen muy alto, pero a veces, de repente, le entran unos ataques de llanto rarísimos que llamamos "la furia". Cuando le da la furia, Jacobo llora a la máxima potencia y se pone rojo-rojo como un tomate, pero lo curioso es que así como le comienza, tan de repente, así mismo se le va. Cuando se calma, algo que pasa en menos de un minuto, lo que hace es que se calla absolutamente y queda medio paralizado, con los ojos bien abiertos y la mirada fija. Es muy curioso, quien lo viera en ese estado le costaría creer que unos segundos antes estaba en pleno ataque de furia.
El otro día le regalamos un dragón al que bautizamos "La Furia", pues más o menos de ese color es que se pone Jacobo (es el equivalente de la Vampirita que le regalamos a Camila después de nacer, cuando le encantaba chupar el cuello de los papás).
Ayer estaban jugando y en un momento La Furia le contó a Jacobo un secreto al oído. No sabemos qué le dijo, pero fuera lo que fuere, por las caras que hizo, suponemos que fue algo impresionante y divertido.
viernes, 27 de septiembre de 2013
La Furia
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2 comentarios:
¡Qué guapo!
Divinidaaaaaddd!!!!! jajajajaja :)
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