Y llegó un nuevo Día de Camila (en realidad fue hace un mes, pero no habíamos descargado las fotos). La chiquita llevaba días muy entusiasmada y sobre todo insistiendo en que quería el desayuno en la cama y con flores.
Y eso tuvo, aparte de un par de regalos, una comida en uno de sus restaurantes favoritos y una visita al parque de Malgrat, que estaba vacío, como si lo hubiéramos reservado para nosotros solos.
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