El otro día, recién levantados, Jacobo se fue corriendo a la cocina y le señaló a la mamá su taza y le dijo: "Caqué". La mamá quedó conmovida, no sólo al comprobar que se aprendió una nueva palabra, sino porque tal como la dijo parecía casi ofreciéndose a prepararle su primer café de la mañana.
Al otro día lo volvió a hacer. Cómo nos conoce este chiquitín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario