Como suele decirse, siempre hay una primera vez para todo.
Hace unos días nos sorprendimos al ver en la agenda que por fin, después de 5 meses de guardería, Jacobo se había comido todo. Siempre nos apuntaban "poco-1/2-poco", o "poco-nada-poco", y el otro día, chachán:
Pero el viernes pasado llegó la primera vez más esperada de todas: Jacobo no lloró cuando lo dejamos.
Y durante esta semana se repitió tres veces, así que podemos estar muy pero muy contentos. Vaya si hay que celebrar... Ahora esperamos que las vacaciones de Semana Santa no signifiquen un paso atrás.
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