Aprovechando las vacaciones de Semana santa decidimos poner fin a la lactancia. En realidad queríamos hacerlo en enero, pero entre que Jacobo estuvo malito y no comía tan bien y parecía todavía muy dependiente de la leche de la mamá, lo habíamos ido aplazando.
Pero ya que en el último mes Jacobo se convirtió en todo un tragón y habíamos podido limitar la leche a las noches (al ir a dormirse y a las dos o tres o cuatro despertadas habituales), el momento parecía perfecto. Y así lo fue. El destete fue muchísimo más fácil de lo que pensábamos, y después de tres noches un poquito complicadas, por fin Jacobo comenzó a pasar la noche completa de largo. ¡Hurra! A veces se despierta, pero o se calma solo, sin dejar que lo toquemos ni nada, o llega caminando a la cama de los papás, tranquilito y sin llorar, se sube y duerme un par de horas más entre los dos. Y todo tan contentos....
domingo, 12 de abril de 2015
Dulces sueños para todos...
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