Han vuelto las lágrimas a la hora de dejar a Jacobo en la guardería. Y nosotros que ya habíamos cantado victoria... El chiquitín entra un poco tenso, y juega o mira algún libro o se sube a algún coche, pero la mamá tiene que estar pegada a él, y cuando llega la despedida, aparece el llanto. Dura segundos, pero dura, y aunque duele muy poquito, duele.
sábado, 18 de abril de 2015
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1 comentario:
Auch, este Jacobo es puro sentimiento!
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