viernes, 29 de febrero de 2008
martes, 26 de febrero de 2008
Imprescindibles
Dos de los compañeros incondicionales de Camila en estos meses han sido el tejido que nos regalaron los tíos y el cojín que nos regaló la Padrina. Los dos se han vuelto imprescindibles y los utilizamos todos los días.
A la chiquita la llevamos en el tejido cuando salimos a la calle, incluso para ir a Barcelona, y también en casa, cuando tenemos que trabajar o dedicarnos a las labores domésticas. Resulta muy útil cuando Camila tiene alguno de esos ataques de llanto inexplicables que no curan ni el pecho ni un cambio de pañal. De hecho, lo hemos usado un par de veces en la madrugada, y es que ahí metidita la chiquita se duerme en segundos. De ahí que lo llamemos "trapito mágico".
En cuanto al cojín, lo primero que hay que decir es que es más que un cojín de lactancia: es el lugar favorito para las siestas de Camila y, dormida o despierta, se pasa gran parte del día sobre él, dentro de él o junto a él. Es tan rico que hasta la mamá se lo pide prestado para usarlo como almohada.
De todos los productos que hay en el mercado, estos dos son de los más prácticos y recomendables. Que tomen nota las futuras madres.
lunes, 25 de febrero de 2008
Cof, cof
Aquí estamos todos con un pequeño resfriado y Camila lleva un par de días con tos. Es una tosecita muy suave, casi inexistente, que, por suerte, parece no molestarle. (Sí le molesta, en cambio, la tos del papá, que ha sido el más afectado.)
jueves, 21 de febrero de 2008
Sana que sana
Una reacción automática al llanto de Camila es darle muchos besitos, por lo general acompañándolos de un "ya pasó, ya pasó".
Pero, nos ha dado por pensar, los besitos son un consuelo precario, que por ahora sirve más para aliviar el sentimiento de impotencia de los padres, que para calmar a la chiquita.
Un día después de las vacunas volvimos a comprobarlo cuando tuvimos que quitarle las curitas que le habían puesto en los dos sitios donde la pincharon.
Llanto, besitos, "ya pasó, ya pasó", lagrimitas. Al final, los desconsolados éramos los tres.
lunes, 18 de febrero de 2008
Segundo cumplemes
Hoy Camila cumplió dos meses. Sin embargo, no hubo una gran celebración pues la chiquita tenía control con la pediatra y no fue su mejor tarde.
Peso: 5 kilos 70 gramos; estatura: 55 centímetros; perímetro craneal: 39,5 centímetros... Hasta ahí, todo perfecto. Camila estaba sonriente y muy tranquila. Pero a continuación llegaron las vacunas, y eso cambió las cosas.
En resumen, fue una tarde pasada por lágrimas. Y con los papás con el corazón encogido.
¡A esta edad aún no se los puede consolar con la promesa de un helado a la salida!
ps.
La imagen no es de hoy (al regresar del médico Camila no estaba para ninguna sesión de fotos) pero hasta que aparecieron las agujas había tenido esta sonrisa todo el día.
domingo, 17 de febrero de 2008
Cambios
A lo largo de la última semana la casa ha sufrido una transformación radical.
Entre otras cosas, el salón ha dejado de ser sala-oficina y se ha convertido en salón: una mitad sigue estando dedicada a los juguetes de los papás; la otra mitad, la mitad soleada, es ahora «territorio Camila». (La oficina se ha trasladado al cuarto de huéspedes, pero no hay de qué preocuparse: una de las novedades es un sofá cama con todas las de la ley.)
Entre siesta y siesta de Camila, y entre pañal y pañal y llanto y llanto, fuimos pintando, taladrando y armando muebles de IKEA. Y aunque aún quedan cosas por hacer, el piso ya tiene otra pinta.
Han sido unos días bastante extraños.
Deshacernos de ciertos vestigios de nuestra vida de estudiantes (tres, sí, tres sofá camas heredados; una mesa que habíamos recogido en Gracia por allá en el 2001...) y comprar por primera vez ciertos muebles (un comedor, un zapatero...) han hecho que nos sintamos «adultos» de una manera diferente, más prosaica, de lo que ya nos habían hecho sentir adultos la hipoteca a treinta años y la llegada de Camila.
Tal vez todo esto sea parte del efecto nido, aunque con algo de retraso.
Sin duda se trata de una nueva etapa en nuestras vidas. Ahora bien, lo de adultos es un decir. El cambio más importante de todos es que el trabajo ya no ocupa el espacio principal de esta casa (lo hemos arrinconado, literalmente), espacio que ahora ocupan los juguetes de los tres.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Cómo hablar de la m... II
La «gran cagada del sábado» (más conocida como la GCdS) ha sido superada por la «gran cagada del martes».
La marca está ahora en tres capas de ropa y una cobija.
¡Eso ya son grandes ligas!
sábado, 9 de febrero de 2008
De paseo
Ayer bajamos a "la capital" para pasar todo el día en el centro con la chiquita.
Fue una jornada intensa y divertida. Camila montó en tren, bus y metro, visitó "la oficina", conoció chocolaterías, cafeterías, pizzerías, y se vio con un montón de amigos. Estuvo tranquilísima, dormida la mayor parte del tiempo, ya fuera dentro del tejido o pasando de unos brazos a otros como una pelota.
En resumen, nuestra primera salida larga en familia estuvo más relajada de lo que esperábamos. ¡Repetiremos!
miércoles, 6 de febrero de 2008
lunes, 4 de febrero de 2008
Trapitos limpios
La padrina y Renée estuvieron este fin de semana ayudando a la mamá a poner algo de orden en el armario de Camila, que estaba desbordado, no tanto por lo que hemos comprado, como por lo que la chiquita ha recibido como regalo o herencia.
Al respecto, algunas curiosidades:
1. No hay que confiar en las etiquetas. Una prenda de "tres meses" puede ser más pequeña que una prenda de "un mes".
2. ¿Qué significa "de cero a seis meses"? ¿Qué los bebés no crecen? ¿Qué la prenda estira? ¿Qué podrá usarse en algún momento entre el mes cero y el mes seis?
3. Aunque haya ropa sin "estrenar" (de algunas cosas habría para que Camila estrene casi todos los días), las tres o cuatro mudas "favoritas" se terminan imponiendo.
4. Siempre existe algo que los bebés se quedan sin poner (la mamá estaba avisada sobre eso).
5. Es un pecado comprar ropa que los bebés sólo van a usar un par de días, es cierto, pero ¿cómo resistir la tentación?
viernes, 1 de febrero de 2008
Testing the bond
1. Hace una semana nuestros períodos de sueño se contaban en segmentos de más o menos tres horas: de 12.30 a 03.30, de 04.30 a 07.30... Y, la verdad sea dicha, no era (o no nos parecía) tan complicado.
Sin embargo, desde hace unos días, tres horas ininterumpidas de sueño han pasado a significar que hemos tenido una noche buenísima.
2. Una jornada típica nos encuentra con las luces prendidas de 03.30 a 5.30. En ese tiempo la chiquita se despierta (y nos despierta: a nosotros y, nos tememos, a los vecinos), llora, come un poco, llora, come otro poco, parece dormirse, vuelve a llorar, exige cambio de pañal, come un poco más, vuelve a llorar, vuelve a parecer dormirse y, al poco de estar en cama, empieza a retorcerse... ¡No cantéis victoria!
3. Es probable que todos los padres tengan historias aterradoras que contar sobre las horas en vela: esas historias son un lugar común (y el "aterradoras" una exageración).
Es probable también que todos pueden contar que en esos períodos de llanto inconsolable en los que nada parece surtir efecto una sonrisa lo cambia todo: eso también es un lugar común.
Y es cierto. Son las 5.30 de la mañana, Camila lleva dos horas inquieta, nuestros recursos se están agotando (empezando por la imaginación y terminando, aún no, pero casi, con la paciencia) y, de repente, la chiquita se calma, nos mira (estamos seguros de que nos mira) y sonríe.
ps.
1. Como es obvio, esta sonrisa no fue esa sonrisa. No teníamos la cámara a mano, porque de lo contrario habríamos estado tomándole fotos hasta las seis.
2. Sobre lo de probar los vínculos, hay bastante aquí.
Etiquetas: ocurrencias y lugares comunes