Para el tercer día cambiamos un poco la rutina. La mamá dejó a Camila en la escuela y el papá fue a recogerla. El cambio es más cómodo (para los papás, se entiende), pero no impidió que volvieran las lagrimitas... Poco a poco, nos decimos todos.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
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1 comentario:
Me sumo al entusiasmo de la iaia de Canet y a las ganas de ver a Camila con uniforme y morral. Las lágrimas se pasarán pronto. Seguimos pendientes de los avances de la chiquitina. Besos!
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