Hoy volvimos a la piscina y aunque Camila lloró un momento, puede decirse que la clase estuvo muy bien. Nadó solita y participó en los juegos, y al final se despidió del profesor con una sonrisa y chocando las manos, una muy buena señal.
jueves, 14 de enero de 2010
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1 comentario:
Bueno, ya tranquiliza este nuevo paisaje de las cosas. Ya sabemos que todo es cuestión de adaptación pero hasta eso cuesta. Animo a la mamá que creo que fue la más afectada... jaja
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