Camila estuvo muy ansiosa con la llegada de los reyes. Hace varios días le entregó la carta al paje real (sólo pidió un tren, algo que sorprendió a los vecinos en la fila e incluso al paje, acostumbrado a listas interminables), y el 5 fue feliz a saludarlos cuando llegaron al pueblo. Pero el 6 eran las 11 de la mañana y no se despertaba, y los papás ya estábamos inquietos. Por fin se despertó, vio el regalo y nos llamó emocionada. Aunque para la historia quedó grabado que al abrir el paquete dijo "mamá, el tren que tú querías".
Lo cierto es que Camila ha estado muy feliz con su tren nuevo. La sala lleva dos días convertida en una gran ciudad y ella se lo ha pasado llevando a los muñequitos al zoo en tren o invitándolos a todos a comer pastel en casa de Margarita. En realidad, los tres nos lo hemos pasado muy bien.
viernes, 7 de enero de 2011
Reyes
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