lunes, 31 de enero de 2011

Estoy muerta de...

Desde hace unas semanas, cuando quiere comer, Camila dice la frase "estoy muerta de hambre", y pone un tono y una carita de niña desamparada que nos hace salir corriendo a prepararle la cena (aunque al final casi siempre hay que rogarle para que se la coma). Se ha convertido en una especie de chiste y sabe el efecto de ternura que causa en nosotros, así que ahora utiliza ese recurso con todo tipo de combinaciones, aunque todavía no sabe muy bien cómo construir las frases: "Estoy muerta de ensaimada" (y sólo de ensaimada), "estoy muerta de helado", "estoy muerta de una peli", y pone su carita de niña desamparada a ver si cuela.