Muchos días, al igual que hacía la mamá cuando era pequeña, mentiras, no sólo cuando era pequeña, pues todavía lo sigue haciendo (es más, hoy lo hizo), lo primero que hace Camila al despertarse es contar qué se soñó. Hoy se levantó sin hacer ruido y se fue a jugar al territorio solita sin decir nada. La mamá la encontró jugando con unas letras, despelucada y todavía medio dormida, y lo primero que le dijo fue:
Hoy me soñé que el tío Juampa estaba en la casa de la Iaia y una señora estaba en la casa de la Iaia y había un hueco y unos patos que nadaban y nadaban.
Lo dijo así, todo de carrerilla, casi sin respirar. Y es que si algo sabe la mamá es que los sueños, si no se cuentan rápido, se pierden, se olvidan, y sólo a veces reaparece alguno por casualidad a lo largo del día. Papá lleva casi 15 años oyendo los sueños de mamá (y perdiendo los suyos, pues oír los ajenos a veces le deja la mente en blanco), y parece que le quedan por delante muchos años más de sueños compartidos.
Ps. Hoy domingo, por casualidad (la mamá estaba buscando la entrada del día de la madre del año pasado para acordarse bien de qué habíamos hecho), encontramos esta entrada de justo hace un año en la que contábamos cómo Camila comenzaba a contar sus sueños. Nos encanta cuando el blog nos da estas sorpresas.
sábado, 30 de abril de 2011
Hoy me soñé...
miércoles, 27 de abril de 2011
Teterito de agua
Desde hace meses Camila ya no toma teteros ni con zumo, ni con horchata ni con leche (desde que aparecieron las caries, para ser más exactos). Ahora, después de lavarse los dientes juiciosa, algo que hace desde que tenía un año, sólo la dejamos tomar agua, y cada noche, justo después del cuento, cuando ya vamos de salida de su cuarto, nos dice con un tono graciosísimo: "un teterito de agua, por favor¨. Cuando se queda dormida se lo quitamos, y aunque a veces se toma algún que otro sorbo, casi siempre lo encontramos tal como se lo dimos, pues se trata más bien de un pretexto para retrasar la dormida, de una forma de terminar la rutina diaria.
El otro día olvidamos quitárselo y a la 1 de la mañana, cuando nos fuimos a acostar, entramos a revisarla y estaba empapada: el tetero había quedado apoyado hacia abajo justo en su hombro y tanto la piyama como la sábana y la cobija estaban mojadas. La cambiamos dormida y nos la llevamos a nuestra cama, y al otro día le explicamos por qué se había despertado con nosotros. Pues bien, al día siguiente, cuando dijo su "un teterito de agua, por favor¨, agregó: "y lo riego y me pasan a la cama de los papás¨.
Ps. Hoy nos llamó después de un rato solita en su cuarto para contarnos que la manta se había mojado. Era sólo una pequeña mancha de agua que tenía toda la pinta de ser provocada, pero simplemente le dimos otra y se conformó.
domingo, 24 de abril de 2011
De labriegos y otras historias
Además de los cuentos que nos inventamos casi a diario, a Camila le gustan mucho los clásicos. Tiene un par de ellos en discos que oye una y otra vez y que se han convertido en una fuente de vocabulario muy curiosa. Con esos cuentos ha aprendido expresiones como «ponerse perfumes y potingues», «se la llevaban los demonios» o «tener un corazón de oro», así como muchas palabras más.
Ayer Camila le pidió a la mamá que le contara la historia de Hansel y Gretel, y la mamá comenzó: «Había una vez una famila de campesinos que eran muy pobres...», pero Camila la interrumpió de inmediato y le dijo: «campesinos no, labriegos».
martes, 19 de abril de 2011
Cuarenta meses
Suena raro: cuarenta meses. Eso ya son muchos meses. Éste fue el del reencuentro con la Tata (y sus divertidas sesiones de dibujo), de su primer (y esperemos único) "diente brillante", de los huevos de pascua y las monas, de la excursión con el colegio a un castillo-granja, de la llegada de la primavera y las primeras idas a la playa (con mojada de pantalones incluida), del regreso de "la loca de las fresas", del "me chiflan los champiñones", del gusto por los relojes y el control del tiempo ("a esta hora qué tendríamos que estar haciendo") y de una Camila cada vez más sociable y extrovertida (se lo pasa invitando a todo el mundo a su casa y autoinvitándose a las de los demás, aunque se trate de una niña que acaba de conocer en el tren).
Tío Juampa
Por fin llegó el tío Juampa. Como ya es tradición, Camila hizo un cartel de bienvenida, y no se cansó de tenerlo en alto pese a que el tío se demoró en salir "muchos minutos". Al comienzo estuvo un poco tímida, pero al momento ya le estaba preguntando por el castillo que le había prometido de regalo y contándole todo tipo de cosas. El castillo ya lo armamos y está genial.
miércoles, 13 de abril de 2011
El Pelut
Hace un par de semanas pasó por aquí el Pelut, la mascota del salón de Camila. Se quedó varios días de visita y los dos estuvieron inseparables.
Camila tiene varios muñecos con los que juega bastante, pero esos días los dejó un poco de lado y le dedicó casi toda su atención al Pelut: lo llevaba al baño, le daba comida, lo ponía a hacer la siesta, le leía cuentos... Definitivamente se tomó en serio su función de cuidarlo.
De regalo le hicimos un rompecabezas para que lo guarde en su maleta y se acuerde siempre de ella. Y para que nosotros nos acordemos siempre de él, queríamos dedicarle esta entrada.
lunes, 11 de abril de 2011
Más dibujos
Cada vez que quiere hacer un regalito, Camila se pone manos a la obra y comienza a dibujar.
Éste fue el dibujo que le llevó de regalo a la dentista en su última cita. Es una señora con plumas en la cabeza y su bebé al lado, aunque lo tapó porque tiene varicela y no le puede dar el sol (el bebé es un muñequito que quedó oculto tras la mancha marrón).
Y éste es el separador que le hizo de cumpleaños al papá, aunque con ayuda de la mamá, claro, que aprovechó para poner una de sus fotos favoritas.
Cumpleaños de Papá
El miércoles pasado fue el cumpleaños de Papá. Ese día Camila se tomó la tarde libre pues, como le dijo al profesor y a los amigos que se encontró por la calle, "hoy es el cumpleaños de mi papá y voy a su fiesta". A ella el ponqué no le gustó mucho, la verdad, así que para la celebración de ayer con los amigos le preparó un pastel de zanahoria. Le encantan los cumpleaños y ya preguntó cuál es el siguiente.
lunes, 4 de abril de 2011
Dibujos
Ya hemos hablado de que hay temporadas en las que Camila pinta más. Pues estos días está en una de ellas. Ha mejorado mucho y ha ido ampliando su repertorio, y al colorear, por ejemplo, ya no se sale tanto de los bordes (la práctica con la Tata le ha servido bastante).
Es genial encontrar por ahí dibujos que hace sin que nos demos cuenta, como una página llena de soles amarillos, o una familia flor, pero también nos encanta cuando se va a pintar al territorio y luego viene y nos muestra lo que hizo y nos lo explica. Ayer, por ejemplo, nos trajo este dibujo:
Es un retrato de Margarita, una muñequita de lego, con su bebé en la panza en un día muy bonito (por el sol, claro). La mano derecha se le quemó cocinando, y en la izquierda lleva una cartera con las cosas que va a necesitar su bebé. La mancha azul, por ejemplo, son los kleenex.