martes, 19 de abril de 2011

Cuarenta meses

Suena raro: cuarenta meses. Eso ya son muchos meses. Éste fue el del reencuentro con la Tata (y sus divertidas sesiones de dibujo), de su primer (y esperemos único) "diente brillante", de los huevos de pascua y las monas, de la excursión con el colegio a un castillo-granja, de la llegada de la primavera y las primeras idas a la playa (con mojada de pantalones incluida), del regreso de "la loca de las fresas", del "me chiflan los champiñones", del gusto por los relojes y el control del tiempo ("a esta hora qué tendríamos que estar haciendo") y de una Camila cada vez más sociable y extrovertida (se lo pasa invitando a todo el mundo a su casa y autoinvitándose a las de los demás, aunque se trate de una niña que acaba de conocer en el tren).

No hay comentarios: