martes, 4 de noviembre de 2014

14 meses de Jacobo



Un mes más de don Jacobo. Ya camina todo el tiempo. Así tenga que desplazarse medio metro, se pone de pie y camina, cada vez más seguro,  cada vez más equilibrado.  Y descubrió que puede ir caminano solito por la calle, sin ayuda de nadie, sin cogerse del dedito de los papas, así que a veces va por ahí sin rumbo fijo y muerto de la risa (y se pone histérico si intentamos cogerlo en brazos).
Ya aprendió a decir Iaia y Javier (Aeeer),  ya da besitos lanzados al aire, lanzados con la mano y estampados en la mejilla. Y hace ojitos, que nos derriten a todos.
Ya coge más o menos bien la cuchara y el tenedor y a veces come solito, aunque medio yogurt termine desparramado sobre la mesa o medio huevo tirado por el suelo. Creemos que va a ser zurdo,  pues siempre coge los cubiertos y los colores con la izquierda.
Le encanta lavarse los dientes: pide su cepillo y se pone a lavárselos un buen rato sentadito en un escalón en la entrada del baño.  Nos hace acordar de Camila,  aunque para ella era fundamental que nosotros nos los laváramos al tiempo.
Ya se queda a comer casi todos los días en la guardería  y cuando lo recogemos está contento, pero la dejada sigue siendo muy complicada.  Se queda llorando a mares, y cuando salimos del edificio seguimos oyendo sus gritos. La profesora dice que no se deja consolar y la rechaza durante unos 5 minutos  y que luego sí se calma, pero aunque sólo sea un minuto no deja de ser doloroso dejarlo así. Nos sorprende que hay bebés más grandes y más pequeños que Jacobo que se quedan como si nada: un besito de los papás y ya está.  Jacobo se nos agarra con fuerza y está tenso hasta el momento en que nos vamos,  que es cuando comienza a llorar desconsolado. Ojalá se le pase pronto.
Le gustan mucho las pelotas y los carros, y el Ipad, al que a veces llama Tata,  pues por ahí chateamos con la abuelita.  Ya sabe escoger los juegos que le gustan y reconoce cuál es la aplicación de Youtube,  donde ve Pocoyó.  Pero no se queda quieto y todo el tiempo esta pasando de una cosa a otra, y no deja que Camila o nosotros toquemos el Ipad si él lo tiene en su poder.





1 comentario:

Ángela Margoth dijo...

Qué lindo saber esos detalles de cómo Jacobo va siendo cada vez más personita, definiendo gustos, adquiriendo hábitos, sintiéndose grande y descubriendo las posibilidades guardadas en sus pies. Espero que pronto la ida al cole no esté acompañada de llanto y gritos y los papás no tengan que sufrir ni un segundo por tal razón! Muchos besos a este chiquitín de carita tan pícara y hermosa!