Ya contamos que Jacobo se queda llorando en la guardería (bueno, cuando va, pues últimamente ha encadenado un virus tras otro y se ha quedado en casa casi dos semanas seguidas), y aunque nos da penita, en realidad nos gusta que vaya, que conozca otros niños, que se haga más independiente, que interactúe con otras personas y otro entorno, que aprenda cosas nuevas... Y es que hasta ahora todo lo que ha visto, oído, olido, etc., ha sido bajo nuestra influencia, así que es curioso comprobar que comienza a aprender cosas fuera. El otro día pusimos música y cuál no sería nuestra sorpresa al ver que se puso a bailar con las manos en la cintura de una forma en la que estamos seguros que no le hemos enseñado nosotros. Es un detalle tonto, pero nos hizo pensar que así es la vida, que poco a poco irá definiéndose, eligiendo lo que le gusta, escogiendo su forma de hacer las cosas, incluyendo, como no, su forma de bailar.
lunes, 10 de noviembre de 2014
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1 comentario:
Buen síntoma! Qué mueva la cadera y afloren sus genes latino, así no sea por influjo de sus padres, je, je. ¿Qué tal un video de Jacobo, amante de la música, bailando?
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