lunes, 31 de enero de 2011

Estoy muerta de...

Desde hace unas semanas, cuando quiere comer, Camila dice la frase "estoy muerta de hambre", y pone un tono y una carita de niña desamparada que nos hace salir corriendo a prepararle la cena (aunque al final casi siempre hay que rogarle para que se la coma). Se ha convertido en una especie de chiste y sabe el efecto de ternura que causa en nosotros, así que ahora utiliza ese recurso con todo tipo de combinaciones, aunque todavía no sabe muy bien cómo construir las frases: "Estoy muerta de ensaimada" (y sólo de ensaimada), "estoy muerta de helado", "estoy muerta de una peli", y pone su carita de niña desamparada a ver si cuela.

sábado, 29 de enero de 2011

Primer informe




Ayer nos entregaron el informe de la primera evaluación de Camila en el colegio. Nos da curiosidad ver qué le dicen a los demás padres y si sus informes son así de positivos, pero el hecho es que en el caso de Camila todo son halagos y felicitaciones. La única pega es que a veces se hace la loca a la hora de recoger los juguetes (algo curioso siendo que la primera palabra que aprendió en catalán fue "recollir"), pero de resto va muy bien en todo, participa, es curiosa, trabajadora, generosa, independiente, afectuosa, alegre y vital. Conclusión del profesor: "És una maravella!! Podeu estar ben contents". Y vaya si lo estamos.

lunes, 24 de enero de 2011

Camiloco y sus palabras

Camiloco "apareció" en esta casa en agosto del año pasado, y desde entonces ha seguido presente, aunque de modo muy discreto. Camila lo menciona de vez en cuando, y se ríe, lo cual nos hace pensar que entiende bastante bien el juego.

A veces le atribuye el desorden, por ejemplo, o nos cuenta que Camiloco está enfermo, o que está dormido, o que no se quiere bañar.

El otro día lo pintó en su pizarra caracol. Tenía cara un poco de mico, con las orejas grandes a los lados, pero sólo pudimos verlo unos segundos, pues de inmediato lo borró. Lástima, pues nos habría gustado acompañar esta entrada de una foto.

Hoy dijo algo que nos hizo mucha gracia. En un momento le comentó a Papá: "Papá, el móvil mío, ese de la música, me parece fantástico". Y la mamá, que la oyó desde la cocina, le preguntó: "¿Fantástico? ¿Quién te enseña esas palabras tan bonitas?". Y Camila contestó: "Camiloco. Es que él tiene muchas y a veces me las presta". Y los tres nos reímos.

No sabemos cuánto tiempo vivirá Camiloco entre nosotros, pero es un personaje bastante divertido y le hemos cogido cariño.

Nota: Hace un momento, al releer la primera entrada que hicimos sobre su existencia para verificar las fechas, hubo algo que nos dejó bastante impresionados. Una de las primeras cosas que contábamos era que le gustaba la ensaimada. Es un detalle que se nos había olvidado por completo y que ahora nos pareció curiosísimo, pues el jueves pasado Camila desayunó ensaimada y pidió que se la cortáramos en trozos, y cuando le quedaba sólo uno dijo: "dejo este aquí para Camiloco, para que se lo coma". Parece que Camiloco tiene sus gustos muy claros.

sábado, 22 de enero de 2011

Exigente

Camila sigue pidiendo historias e historias cada día. A veces mientras come, a veces mientras caminamos por la calle, a veces en la cama. Y sigue teniendo algunas preferidas, pero en general no quiere repeticiones.

Últimamente está muy exigente, desde el comienzo aclara "que sea larga", y cuando uno se inventa un final que a ella le parece insuficiente, dice: "más larga", y hay que prolongarla con alguna nueva aventura. Ya pasaba que desde el comienzo ella establecía los protagonistas: "Cuéntame una historia de una tortuga y un pajarito", planteando a veces verdaderos retos a la imaginación, pero lo que sí es una novedad es que ahora mete la cucharada en medio de los cuentos y los sabotea. A veces nos mantenemos firmes y le insistimos en que nos deje contar la historia como es (la Iaia le dice, por ejemplo, que ella conoció a los protagonistas y que así se la contaron), pero casi siempre cedemos a sus intervenciones, y hay que confesar que en ocasiones los nuevos giros mejoran el resultado. Un par de ejemplos:

El otro día, mientras comíamos, la mamá le contaba la historia de tres arroces que eran amiguitos y uno de ellos decidía ponerse sus botas nuevas y salir a dar un paseo. Camila intervino: "Los arroces no tienen botas porque no tienen pies". La mamá preguntó: "¿y entonces cómo salen a pasear?". Su respuesta fue: "Le piden a la luna que los lleve volando".

O anoche mismo, que Camila estaba con fiebre y la mamá le contaba la historia de un pingüino que iba en tren a visitar a su abuelita, que cumplía años.
-Con su mamá y su papá -añadió Camila.
-Vale, con su mamá y su papá. Y entonces vio por la ventana una gaviota...
-No, una montaña.
-De acuerdo, una montaña. Era una montaña con la punta nevada y le dieron muchas ganas de subir hasta la cima, pues le encantaba la nieve. Le propuso a sus papás que fueran hasta allí y ellos le dijeron que era una buena idea. Entonces se bajaron en la siguiente estación y fueron a comprar algunas cosas para la subida, pues el camino era largo. Compraron agua...
-Y zumo, y galletas.
-Claro, y zumo y galletas. Y cuando comenzaron a subir la montaña, se encontraron con un señor que...
-No, no era un señor, era un erizo.
-De acuerdo, un erizo. Pues se encontraron con un erizo que les advirtió que arriba hacía mucho frío y que tenían que ir bien abrigados.
-Y que había murciélagos...
...

El hecho es que la pobre abuelita se quedó sin fiesta de cumpleaños pero el pingüino y sus papás, acompañados por el erizo, que se pegó al paseo, terminaron teniendo una aventura increíble, durmiendo en una cueva y comiendo gusanos. Y es que la de anoche fue de las "muy largas".

viernes, 21 de enero de 2011

Treinta y siete meses

Treinta y siete meses, o tres años y un mes, que es lo mismo y quizá más fácil de calcular. El mes estuvo marcado por las vacaciones y la navidad. Fueron unas vacaciones muy caseras pero bonitas, y es que Camila en general es muy casera. Le gusta quedarse jugando y a veces cuesta convencerla para que salga a dar un paseo o para que nos acompañe a hacer alguna vuelta: "Ve tú, mamá, yo te espero". Y en cuanto a la navidad, Camila estuvo encantada con los pesebres, los Papás Noel y los reyes que había por todas partes, y claro, con los regalos.

Estos días también se comunicó bastante con la Tata y el tío Juampa a través de la pantalla del televisor, y ella misma nos pedía a veces que los "contactáramos" para mostrarles alguna construcción que había hecho con el Trio o para contarles algo. También conoció familia nueva venida de México y se llevó muy bien con todos.

La vuelta al cole fue fácil. Algunos padres nos contaron que sus hijos estaban muertos de ganas de volver y no querían estar más tiempo en casa. A Camila le pareció rico volver, incluso dijo "Me gusta ir al cole muchos muchos días", pero también dijo "Me encantan las vacaciones".

Las fotos se siguen acumulando, pero la mamá promete ir poniéndose al día, pues si dejamos pasar un mes más, seguro ya nunca lo haremos.

lunes, 17 de enero de 2011

MAMA

Desde hace más de un año Camila ya sabe algunas letras y escribe en ordenador algunas palabras. Aquí pudimos verla en acción. Todavía, de vez en cuando pide escribir y se sube en nuestras piernas y practica un rato. Pero la novedad es que desde hace unas semanas ha comenzado a escribir a mano. Escribe sobre todo letras sueltas, como todas las de su nombre, la T de tata, la P de papá, la S de supermán, la O de Ot (un amiguito del cole), etc., y con un poco de asesoría consigue escribir palabras completas, como oso, uva, cama... Pero definitivamente sus favoritas son Camila, Papá y Mamá.

Hace un momento, antes de lavarse los dientes, Camila estuvo dibujando con tiza en su pizarra caracol, y qué bonita sorpresa se llevó la mamá cuando después de un rato pasó por ahí y vio la pizarra. Qué satisfacción.

jueves, 13 de enero de 2011

Cuando seas...

Ya vimos aquí que en el futuro Camila quiere ser muchas cosas. Y también quiere que lo seamos nosotros. Ayer, después de ver La bruja novata, dijo: "Mamá, cuando seas bruja, quiero que me lleves en la cama al zoo".

domingo, 9 de enero de 2011

Lágrimas con Pinocho

Esta mañana Camila se vio Pinocho y en ciertos momentos lo pasó muy mal. Ya se la había visto hace varios meses y no le había parecido tan triste, pero ahora que la entiende más lloró conmovida por las tragedias del pobre Pinocho: "No quiero que lo encierren", "no quiero que fume", "no quiero que se convierta en burro", "No quiero que se lo coma la ballena"... Luego vino el final feliz y a Camila se le iluminó la carita de alegría, pero lo cierto es que es una peli muy dura.

En la tarde íbamos a ver Bee movie y después de unos minutos tuvimos que quitarla. Camila se puso a llorar cuando alguien intentaba aplastar a la abeja y decidimos que ya había tenido demasiado sufrimiento por hoy. La pobre realmente pone una carita tan triste que nos parte el corazón.

viernes, 7 de enero de 2011

Reyes

Camila estuvo muy ansiosa con la llegada de los reyes. Hace varios días le entregó la carta al paje real (sólo pidió un tren, algo que sorprendió a los vecinos en la fila e incluso al paje, acostumbrado a listas interminables), y el 5 fue feliz a saludarlos cuando llegaron al pueblo. Pero el 6 eran las 11 de la mañana y no se despertaba, y los papás ya estábamos inquietos. Por fin se despertó, vio el regalo y nos llamó emocionada. Aunque para la historia quedó grabado que al abrir el paquete dijo "mamá, el tren que tú querías".
Lo cierto es que Camila ha estado muy feliz con su tren nuevo. La sala lleva dos días convertida en una gran ciudad y ella se lo ha pasado llevando a los muñequitos al zoo en tren o invitándolos a todos a comer pastel en casa de Margarita. En realidad, los tres nos lo hemos pasado muy bien.

lunes, 3 de enero de 2011

Mamá, quiero que hablemos

Una de las frases más frecuentes de Camila estas vacaciones es: "Mamá, quiero que hablemos". Suena muy trascendental, pero en realidad se refiere a que quiere que juguemos a hablar con muñecos. "Tú éste y yo éste, hablemos", dice, y comienza a plantear conversaciones imaginarias: Que si vamos a preparar galletas de zanahoria y hay que ir a comprar los ingredientes, o que si vamos a ir al zoo, o que si quieres que te cuente un cuento, etc. La variedad de los temas es impresionante. Y no sólo lo hace con muñecos, a veces quiere que hablemos ella con una semilla y yo con un gancho de ropa, que resulta que son amigos y van a esconderse porque viene un lobo, que es un corcho, o ella con un arroz y yo con un trocito de brócoli, que es su hijito y está enfermito.

Desde hace meses Camila ya juega solita con sus muñecos y se inventa historias, pero esta nueva etapa en la que desarrolla conversaciones larguísimas y quiere que los demás participen está divertidísima.

sábado, 1 de enero de 2011

Feliz año

Y se terminó el 2010. Se puede decir que fue el primer cambio de año consciente de Camila. Ya entiende muy bien el calendario y cómo es el paso de los meses y las estaciones, y celebró el fin de año con todas las de la ley. Trasnochó, comió pavo, comió uvas (con limón, el toque personal), le deseó feliz año a todo el mundo, incluidos sus muñecos, y el primero de enero estuvo en plan locha todo el día, armando rompecabezas con los papás y viendo películas. Incluso hizo una lista de propósitos para el 2011, que incluyen comer mejor, y, cosa curiosa, lo está cumpliendo.

Los últimos días del año los pasó algo resfriada y con un poco de fiebre, pero fuera de eso, ha estado de un ánimo excelente, sacándole provecho al máximo a las vacaciones y muy pero muy simpática. Los papás trabajamos mucho menos con ella aquí en casa, pero nos lo pasamos de maravilla oyéndole todas las ocurrencias que tiene.

Desde aquí, un feliz año para todos.