lunes, 29 de agosto de 2011

El juego de las galaxias

Desde hace varios días comenzamos a jugar el juego de lego de La guerra de las galaxias, o, como le dice Camila, el juego de las galaxias. Es genial ver cómo Camila aprende a controlar el mando y se involucra en la historia y participa. Lo que hacemos es que mientras la mamá prepara la cena, Camila empieza un capítulo con papá, y después de cenar lo terminamos los tres juntos.
Pues bien, hoy estábamos en la calle y Camila le dijo a la mamá: "hoy quiero que prepares la cena muy pero muy pero muy..." Y la mamá, siguiendo el hilo de la entrada anterior, se imaginó que iba a decir: "muy pero muy deliciosa", pero no, lo que Camila dijo fue: "muy pero muy lento, para que alcancemos a hacer un capítulo entero".

domingo, 28 de agosto de 2011

Esto me encanta...

Aunque Camila sigue dando guerra con la comida, y por lo general se termina su plato con muchas dificultades, a veces come realmente bien. Frases como: "Esto me encanta, quiero que me lo prepares otro día", o "Esto está deliciosísimo" nos llenan de alegría. Anoche, mientras se lavaba los dientes, con la boca medio llena de espuma, dijo: "Mamá, se me olvidó decirte que la cena de hoy estaba mpua", y se llevó el índice y el pulgar a la boca como diciendo "para chuparse los dedos". Lleva varios días haciendo ese gesto para las cosas que le gustan, y nos fascina que lo haga, aunque claro, eso no quita que en una semana le preparemos la misma cena y no se la quiera comer...

lunes, 22 de agosto de 2011

El campito

La semana pasada estuvimos varios días de vacaciones en Vall de Nuria. Camila estaba feliz con la idea de ir "al campito", y lo cierto es que se lo pasó muy bien: jugó mucho con Lucas, disfrutó del pasto, quedó impresionada con la caca de vaca, conoció el nacimiento de un río, jugó junto a un lago, paseó por el bosque, buscó jabalíes en medio de la noche... En fin, fueron pocos días de vacaciones pero intensos, y todos quedamos con ganas de salir más a menudo de paseo.

Ya de regreso, le preguntamos qué era lo que más le había gustado, y su respuesta fue, por este orden, el Ipad, la casita y meter los pies en el río.





lunes, 15 de agosto de 2011

Camila pintora

Estas vacaciones, uno de los pasatiempos favoritos de Camila ha sido, sin lugar a dudas, pintar: pinta en sus libros de colorear, pinta con tizas en el suelo, pinta en hojas blancas, pinta en su caracol...

Hoy justamente estaba pintando en su caracol cuando dijo: "Mamá, como pinto tanto me puedes decir pintora". Y hace un momento, antes de acostarse, terminó este dibujo:



Es un caracol que se mueve con su casita encima, que es un castillo con corona, y ahí está atrapada la princesa Camila, que la encerraron un brujo y una bruja, y hay un incendio, y llega un carro de bomberos que va a salvar a la princesa...

viernes, 12 de agosto de 2011

Quiero que vengan a raticos

Desde hace casi dos años Camila ya se dormía solita en su cuarto (salvo los sábados), hablando, leyendo, o jugando con alguna cosa. Además dormía de largo hasta la mañana siguiente, una maravilla después de casi dos años en los que se despertaba hasta 5 veces. A la hora de acostarse no ponía problemas, y aunque le costara dormirse, se quedaba en su camita juiciosa, salvo algunas excepciones, claro. El hecho es que desde la semana pasada comenzó a costarle quedarse solita. Dice que tiene miedo de no vernos y de que no estemos a su lado, y se levanta varias veces y se sale de su cuarto. Nos pide que vayamos a verla "a raticos", así que vamos a visitarla cada cinco minutos hasta que se queda dormida. También le ponemos música, para que se sienta acompañada.
Aparte de eso, no está durmiendo de largo todas las noches. Se despierta entre las 3 y las 6 de la mañana y se nos aparece sin hacer ruido junto a la cama. Ya que estamos en vacaciones, y como en en realidad es rico dormir con ella, la dejamos subirse y termina durmiendo entre nosotros. No es todas las noches, pero está siendo bastante frecuente.
Esta mañana papá le preguntó por qué se había pasado anoche a nuestra cama, y ella le contestó que no, que ella simplemente había ido a vernos "a raticos", y que la mamá le había dicho que se subiera. Pensándolo bien, así fue.

Ojalá los miedos se vayan pronto y Camila vuelva a dormir bien y tranquila en su camita.

martes, 9 de agosto de 2011

Camila maternal

Aparte de la etapa princesas, que por suerte se limita a que Camila actúa como princesa perdida, Rapunzel, la Bella durmiente, etc. (y nosotros como reyes, o príncipes, o brujas, según el papel que nos asigne, a veces con parlamento incluido), últimamente también ha estado jugando mucho con muñecos, tanto de peluche como bebés. A veces es la mamá de una conejita y una muñequita de trapo, y las duerme o les da un paseo y las defiende de unas avispas que las pican y les pone cremita, y a veces es la mamá de un bebé. Como hoy, que estuvo jugando más de una hora a cuidar a su hijita Isabel: le dio tetero, la puso a hacer la siesta, le cambió el pañal, le compró juguetes, la cuidó cuando le daba mamitis, le dio un mordedor para que no le dolieran los dientes y hasta llamó al médico porque se puso malita.

Jugó todo el rato al lado de la mamá, mejor dicho, del papá de Isabel, que aunque estaba trabajando la pudo oír comprar comida en el Territorio a cambio de unos tornillos de pasta: "señora, véndame unas manzanas, tenga cientos de euros", o llamar al médico con voz preocupada: "doctor, tengo aquí un bebé con temperatura, con fiebre". "Listo, que viene en 15 minutos." Por suerte, después de una inyección, Isabel se puso mejor y Camila la pudo acostar en su camita. Al rato nos dijo que ya se había quedado dormida y que teníamos que hablar pasito para que no se despertara. En fin, que hoy fue una mamá estupenda.

viernes, 5 de agosto de 2011

Primitos 2011

Ya se fueron los primitos. Fueron 20 días muy intensos: se lo pasaron jugando, en la playa, viendo películas, actuando películas, conociendo parques nuevos, comiendo helados... Camila se entendió muy bien con los tres, con cada uno tiene una relación especial, y le encantaba que vinieran a quedarse a dormir de uno en uno. Eran frecuentes frases del tipo "Hoy tengo a Fabio", o "Mamá, ¿hoy a cuál nos llevamos?", y es que Camila se tomó en serio lo de ayudar a cuidar a sus primitos. Además los tres se portaron muy bien con ella (a veces hasta se peleaban por estar a su lado), así que ella encantada.

El año pasado Camila y Sophie todavía estaban muy pequeñas, así que quizá sean las primeras vacaciones de las que todos tengan recuerdos de verdad verdad. Ojalá no olviden las aventuras que vivieron juntos, desde subirse a un camión de bomberos hasta hacer trampas para palomas en la playa. Los últimos días Camila ya se ponía un poco triste cuando pensaba en que se irían, y decía que le daba "penita", y es que lo cierto es que se adoran. Los cuatro juntos son un espectáculo.

Aquí está la foto del 2011. Increíble, pero ahora que son grandes cuesta más tomarles una foto en condiciones. Aquí están las de 2008, 2009 y 2010. No han cambiado mucho desde el año pasado, pero a ellos mismos les encanta verse y compararse.

martes, 2 de agosto de 2011

Camila Pikmin

Desde hace unos meses comenzamos a jugar a algunos viejos juegos de Nintendo con Camila, o, mejor dicho, a jugar mientras Camila nos ve: para Camila, los videojuegos son películas que los papás manejan mientras ella da indicaciones.
Luigi's Mansion, un juego de fantasmas, fue el éxito del mes pasado. Un par de noches a la semana jugábamos unas cuantas habitaciones de la mansión embrujada y Camila lo disfrutaba muchísimo.
Ahora estamos con Pikmin, una historia de un astronauta que recupera las piezas de su nave espacial con la ayuda de unos bichitos que son como "zanahorias". A Camila le fascina (de hecho, ya le fascinaba hace dos años), y cuando se acerca la noche pide que hagamos "un día de Pikmin", aunque por lo general hacemos dos, pues no perdona su ñapa. Los tres nos divertimos mucho, y Camila cena.
Lo curioso es que estos dos juegos los jugamos juntos en 2002, hace casi una década, cuando, como dice Camila, éramos "jóvenes". Y como se lo contamos, ahora Camila se la pasa haciendo preguntas del tipo: "¿Y cuando eran jóvenes también luchaban contra esa araña?". Anoche, cuando ya se iba a la cama, preguntó: "¿Y cuando papá sea viejito podrá manejar los juegos?".