Desde hace unos meses comenzamos a jugar a algunos viejos juegos de Nintendo con Camila, o, mejor dicho, a jugar mientras Camila nos ve: para Camila, los videojuegos son películas que los papás manejan mientras ella da indicaciones.
Luigi's Mansion, un juego de fantasmas, fue el éxito del mes pasado. Un par de noches a la semana jugábamos unas cuantas habitaciones de la mansión embrujada y Camila lo disfrutaba muchísimo.
Ahora estamos con Pikmin, una historia de un astronauta que recupera las piezas de su nave espacial con la ayuda de unos bichitos que son como "zanahorias". A Camila le fascina (de hecho, ya le fascinaba hace dos años), y cuando se acerca la noche pide que hagamos "un día de Pikmin", aunque por lo general hacemos dos, pues no perdona su ñapa. Los tres nos divertimos mucho, y Camila cena.
Lo curioso es que estos dos juegos los jugamos juntos en 2002, hace casi una década, cuando, como dice Camila, éramos "jóvenes". Y como se lo contamos, ahora Camila se la pasa haciendo preguntas del tipo: "¿Y cuando eran jóvenes también luchaban contra esa araña?". Anoche, cuando ya se iba a la cama, preguntó: "¿Y cuando papá sea viejito podrá manejar los juegos?".
martes, 2 de agosto de 2011
Camila Pikmin
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario