domingo, 17 de octubre de 2010

Historias

A Camila le encantan las historias. Todos los días pide una, o dos, o tres, y la mamá disfruta muchísimo inventándoselas. Hay unas que tienen más éxito que otras, y varios días después Camila vuelve a pedirlas, como la de La flor de pétalos azules o la del Pajarito Pinplín, que ya son unos clásicos en esta casa, o como La tortuga y el burro o El caballo que sólo comía hierba, que son recientes.

Hoy, después de contarle una historia nueva, la mamá le pidió a Camila que se inventara una ella, y ésta fue, palabras más, palabras menos, la que le contó:

"Había una vez un hipopótamo y Camila le echó agua. El hipopótamo se puso triste porque no sabía nadar, pero llegaron un papá y una mamá y sus hijitos y le enseñaron a nadar."

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