miércoles, 23 de marzo de 2011

Treinta y nueve meses

El mes treinta y nueve se pasó muy rápido. No hubo muchas novedades, pero podría decirse que fue el mes de las galletas, pues cada semana preparamos algunas, o el mes de las visitas a la dentista, que por cierto siguen siendo muy relajadas y Camila sale como si nada, o el del nuevo orden en la casa, pues dedicamos muchos días a arreglarla y a establecer nuevas rutinas (la idea es que Camila entienda que no toda la casa es una extensión de su cuarto de juegos). También fue el mes del paseo a la nieve con la Iaia y el de la cuenta atrás para la llegada de la Tata, y, cómo no, el mes en que Camila dejó de ser la niña más juiciosa del mundo mundial.

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