Ayer fue uno de esos días en los que Camila estuvo absolutamente encantadora desde que abrió los ojos al despertarse hasta que los cerró. Ni un momento de sufrimiento, ni un momento de capricho, ni un momento de enfado... Todo el día estuvo feliz, graciosa, dulce, generosa, cariñosa, divertidísima y ocurrente. Además comió muy bien e hizo la siesta. En fin, que fue uno de esos días en los que nos sentimos absolutamente encantados con esta hijita que tenemos.
martes, 1 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario