Pero las arañas no fueron los únicos bichos que tuvimos en casa estos meses. Desde que Camila tuvo pijos por primera vez, en 2011, la han vuelto a visitar unas cuantas veces. Siempre ha sido muy fácil acabar con ellos, pero este año sí que nos costó. Le hacíamos el tratamiento, parecía ya limpia del todo y de repente volvía a aparecer un nuevo piojo, con lo cual teníamos que comenzar de nuevo.
Lo cierto es que hemos perdido un poco la paciencia y ya ni Camila se aguanta tanto tiempo de "hacer caminitos" ni la mamá tiene tiempo de dedicarle tanto tiempo. Ya no pasan horas en el balcón contando historias de piojos o viendo pelis mientras la mamá le busca huevitos sino que siempre es a última hora o un ratito de afán.
Pero por fin, cuando ya la mamá había amenazado con cortarle el pelo si volvía a encontrarse otro miserable bicho, volvió la calma, o eso parece.
Aquí Camila en pleno tratamiento para librarse de sus molestos inquilinos. (Camila no quiere poner la foto, pero la mamá le dice que se ve guapísima y que además en unos años, cuando volvamos a ver la foto, nos reiremos acordándonos de estos meses de lucha).
lunes, 17 de agosto de 2015
Piojos, una vez más
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1 comentario:
Ayyyyyy, pues sí los autores del blog lo tenían abandonado, qué decir de esta lectora que está aquí maravillada, por un lado, y extrañada y lamentándose, por haberse olvidado de revisarlo y ver que hay entradas puestas en 2015 de las que no se había enterado! Ahora que los papás, cada vez más ayudados por Camila, están decididos a mantener actualizado el blog, yo prometo estar más atenta! Y qué bien que pusieron esta foto de Camila en la lucha contra los piojillos... si no fuera porque sabemos el contexto podríamos pensar que es una niña guapísima y muy precoz, haciéndose alguna cosa en la estética, ja, ja.
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