lunes, 17 de agosto de 2015

Piojos, una vez más

Pero las arañas no fueron los únicos bichos que tuvimos en casa estos meses. Desde que Camila tuvo pijos por primera vez, en 2011, la han vuelto a visitar unas cuantas veces. Siempre ha sido muy fácil acabar con ellos, pero este año sí que nos costó.  Le hacíamos el tratamiento, parecía ya limpia del todo y de repente volvía a aparecer un nuevo piojo, con lo cual teníamos que comenzar de nuevo.

Lo cierto es que hemos perdido un poco la paciencia y ya ni Camila se aguanta tanto tiempo de "hacer caminitos" ni la mamá tiene tiempo de dedicarle tanto tiempo. Ya no pasan horas en el balcón contando historias de piojos o viendo pelis mientras la mamá le busca huevitos sino que siempre es a última hora o un ratito de afán.

Pero por fin, cuando ya la mamá había amenazado con cortarle el pelo si volvía a encontrarse otro miserable bicho, volvió la calma, o eso parece.

Aquí Camila en pleno tratamiento para librarse de sus molestos inquilinos. (Camila no quiere poner la foto,  pero la mamá le dice que se ve guapísima y que además en unos años, cuando volvamos a ver la foto,  nos reiremos acordándonos de estos meses de lucha).






1 comentario:

Ángela Margoth dijo...

Ayyyyyy, pues sí los autores del blog lo tenían abandonado, qué decir de esta lectora que está aquí maravillada, por un lado, y extrañada y lamentándose, por haberse olvidado de revisarlo y ver que hay entradas puestas en 2015 de las que no se había enterado! Ahora que los papás, cada vez más ayudados por Camila, están decididos a mantener actualizado el blog, yo prometo estar más atenta! Y qué bien que pusieron esta foto de Camila en la lucha contra los piojillos... si no fuera porque sabemos el contexto podríamos pensar que es una niña guapísima y muy precoz, haciéndose alguna cosa en la estética, ja, ja.